Capítulo 8

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Jisung

No he podido parar de pensar en que ayer se sintió de otra manera.

Llevo alrededor de una hora acostado, mirando el techo de la habitación de Minho. Estoy completamente solo, ya que él no se encontraba cuando desperté.

Tengo tantos pensamientos en este momento... tantas emociones que no logro concretar una en específico. No sólo se siente diferente, fue completamente diferente el haberlo hecho de esa manera ayer.

Minho fue tan delicado y salvaje a la vez, que realmente toque las nubes un segundo.

Sonrió a la nada recordando paso a paso todo.

Dios Minho, eres jodidamente atractivo, eres tan adictivo que necesito todo de ti, que necesito cada partícula que te compone, que necesito cada molécula que posees.

Simplemente te necesito para ser feliz, para sentirme completo.

Me levanto de la cama cuando escucho como empiezan a salir del departamento, cuando tocó el piso todo mi cuerpo se siente pesado.

Me levanto completamente desnudo, busco mi ropa interior y cuando la localizo, paso a recogerla, sin embargo, me detengo en el enorme espejo de Minho a visualizar mi cuerpo.

Hay varias marcas en mi cuello que se notan en parte de mis clavículas, parte de mis caderas están marcadas por sus manos por lo fuerte que las tomo anoche.

Esto es tan raro, Minho nunca me había dejado marca.

A pesar de los problemas que me podrían causar esto, suelto una pequeña risa al aire.

---Realmente fuiste salvaje Min.

Niego hacia mí mismo dando la vuelta para ponerme el pantalón y camiseta.

Cuando estoy completamente vestido veo de reojo el pastel. Sigue ahí, donde lo deje anoche, su vela está apagada y aún conserva su forma.

No lo probó.

Me doy cuenta al instante ya que sigue intacto.

Introduzco mi dedo robándome un minúsculo pedacito para probarlo, cuando este llega a mi boca, mi paladar se manifiesta encantado.

Dios mío, esta delicioso.

El sabor vainilla inunda mi lengua y toda mi boca se empaña del sabor. Sonrió encantado por el gran regalo que sé que le gustara cuando lo pruebe.

Dejo el pastel para salir casi corriendo de ahí antes de que alguien me vea.

No me importaba ya nada.

No me importaba el tonto Jungwoo ni nada relacionado a él.

Ayer Minho me demostró como podía ser mío, tanto como yo podía ser suyo. Ayer me demostró que nos teníamos mutuamente y que aun a pesar de la peleas él iba a seguir a mi lado.

Siempre vas a ser mío Minho, y no sabes cuanto te puedo complacer solo con eso.

Cuando cierro la puerta de la habitación, me encuentro de espaldas a Yongbok desayunando, no me nota al instante así que me hago el loco como si estuviera saliendo de mi recamara, ya que la mía y la de Minho están casi a lado.

---¡Yongboook!--- llego por detrás espantándolo.

El pequeño salto que da y su cara de pánico que pasa a una seria cuando se da cuenta que fui yo, es incomparable y mi risa escandalosa lo comprueba.

---No pensé que estuvieras en el departamento--- confiesa ---No vuelvas a hacer eso, por favor--- murmura, para después continuar comiendo el pequeño bol de cereal que tenía enfrente.

¿Qué somos? [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora