¿Qué somos? [Minsung]

Capítulo 20

Jisung

---¿Ya estamos cerca?

---Si, solo toma agua y sígueme Han.

Asiento comprendiendo.

Llevamos alrededor de media hora caminando, Minho insistió en hacerlo de esta manera, ya que alego que no estaba tan lejos.

Sinceramente no me molestaba esto.

A pesar del sol, y de lo cansado que es caminar, no me molesta por qué eso hace que tenga más tiempo a lado de Minho.

Se que puede ser tonto, y hasta algo molesto, pero realmente desde anoche no puedo para de mirarlo.

Después de desayunar esta mañana, él empaco y me ayudó a hacer una pequeña mochila para todo lo que necesitaríamos al acampar.

Nos despedimos de su mamá prometiendo que antes de terminar nuestros días de descanso regresaríamos con ella.

No entendía como es que su mamá me trataba tan bien, pero me alegraba que así fuera.

---¿Estás cansado?--- pregunta observándome.

Mi caminata es algo lenta por el peso de la mochila, tal vez hasta este sudando por eso y no por el prominente sol, pero aun así, mirándolo sonrió: ---Un poco, pero estaré bien.

---Lamento traerte de esta manera, pero si tomábamos cualquier transporte nos desviaría demasiado, así que siempre optó por venir a pie hasta acá.

---Esta bien Minho, no te preocupes, me agrada caminar de esta manera.

No respondió nada.

Había muchas cosas que no entendía, creo que era por qué jamás había experimentado nada, así que era difícil comprender lo que estaba pasando.

¿Me gustaba Minho?

¿No me gustaba?

¿Qué es lo que siento?

¿Cuál es la palabra para describir esto?

Ya no somos nada, y tal vez nunca lo fuimos ni lo seremos.

¿Pero... por qué eso me duele?

~*~

Habíamos llegado ya hace algunas horas a un tipo camping que estaba a las afueras de Gimpo.

Es entre semana así que no hay mucha gente, de hecho, me atrevo a decir que solo se encuentra una pareja a unas cuantos metros de nosotros, sin embargo, no están lo suficientemente cercas como para reconocernos, ni siquiera para vernos bien, así que ninguno de los dos nos preocupamos por eso.

Minho saco de entre todas sus cosas una tipo tela enorme que terminó siendo una tienda de campaña. Guardamos todas nuestras cosas dentro de ella y cuando nos dimos cuenta, el atardecer ya se encontraba en todo su esplendor.

Él y yo no hablamos mucho desde la caminata, a veces me pedía ciertas cosas que necesitaba y estaban en mi mochila, otras como cuando paramos en una tienda de conveniencia para comer algo y termino preguntándome que era lo que quería, sin embargo, después de ello, ninguno de los dos trato de sacar plática.

Hasta que se le ocurrió encender una fogata.

Empezaba a oscurecer cuando intento a hacerla, y ya estaba por completo oscuro cuando está encendió.