Después del engaño y abandono de su padre Roma, Iris su hermana y su madre Marissa deciden iniciar de nuevo en otro lugar.
Roma Cedaño siente que nadie la quiere y odia la forma en la que la perciben, sólo tenía dos amigos reales en su otra cuidad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Invitaste a Larruso a "pasar tiempo con nosotras"? — preguntó una exaltada Iris.
— Noup, la invite a pasar tiempo conmigo.— contestó remarcando la palabra "conmigo".
— Acaso, ¿Me excluyes? — se hizo la ofendida.
— No, no, no.— negó mientras seguía caminando.— Te conozco, no tienes tacto y eso es malo.—Iris bajo la mirada un poco avergonzada.— Es mucho más malo si te dejo con alguien que está pasado algo como lo que me pasó a mi.
— Ya, ya, ya...— dijo tratando de no recordar esa memoria — ¿Solo será temporal, cierto?
— Si ella lo quiere así.— su hermana la miró con incredulidad y antes de que la hermana mayor pudiera decir algo la habló Iris primero.
— Si recuerdas que el primer día, prácticamente la criticamos en conjunto a sus amigas.
— Yo estuve el primer día con ella y ella me habló primero y te puedo asegurar que ella solo es así si está con esas "amigas". ¿Sabes qué? Olvídalo, nos vemos después.
Las hermanas llegaron a la escuela y se separaron, Roma se fue al salón de su primera hora, ni ella misma podría describir el porque el nivel de nerviosismo y de emoción que tenía por poder pasar el día con Sam, y ahí estaba ella, estaba sentada hasta la última fila, pegada a la pared, en el último mesabanco.
Se acercó diciendo a todos los que estaban en su camino los respectivos buenos días, se sentó en el un lugar enfrente de ella.
— Holaaa.— habló Roma.
— Hola.— le respondió de vuelta Sam — ¿Cómo estás?
— Bien, bien, gracias por preguntar. ¿Y tú? ¿Cómo te sientes?
— Un poco mejor que ayer.— dijo con una sonrisa. Roma sentó correctamente en su lugar.
—Habrán sus libros en la página 17 de su libro.— se hizo presente la maestra.
— Dios...— se dio la vuelta en dirección al mesabanco de Sam.— Se me había olvidado que la primera hora era Historia.— retomo su lugar.
Sam dio una sonrisa, aunque la chica no se dio cuenta. Sam se sentía en confianza con la Cedaño y aún no la conocía completamente.
Después de esa aburrida hora, pasaron para el laboratorio, en el camino a su siguiente hora, Roma le sacaba platica a Larruso y ella trataba de mantener la conversación, pero no tenía el ánimo al cien, y la que parecía ser la nueva amiga de Larruso hacia todo lo posible para poder subirle el ánimo.
La morena se adelantó un poco ya que se tenía que sentar con su hermana, por ser compañeras de laboratorio. Cuando Sam entró la mayoría de los estudiantes se empezaron a reír.
— Sam, tienes... — La chica mencionada se dio cuenta antes de que la morena terminará de hablar.
