Después del engaño y abandono de su padre Roma, Iris su hermana y su madre Marissa deciden iniciar de nuevo en otro lugar.
Roma Cedaño siente que nadie la quiere y odia la forma en la que la perciben, sólo tenía dos amigos reales en su otra cuidad...
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Las dos chicas se fueron caminado tranquilamente y sin ninguna preocupación en sus mentes, sólo eran dos adolescentes hablando de temas de adolescentes, ¿Y que son esos temas? No lo sé, cada adolescente es diferente.
Llegaron a la puerta de la residencia de los LaRusso y antes de abrir la puerta, Sam abrió, dio un gran respiro y entró.
— Quédate aquí en la sala, voy a ver donde está mi hermano.
—¿Me los vas a presentar? —preguntó la morena.
—No, todo lo contrario.
Roma asentó la cabeza y se sentó en un sillón, la casa era muy bonita por dentro y por afuera daba una gran buena primera impresión.
—Creo que esta en su habitación, ven vamos a la mía.—ambas se dirigen al cuarto de Sam.—Perdón, no tienes hambre o sed?
—Ah, no, no, no, no te preocupes.
—Bueno, este es mi cuarto, no es la gran cosa.—dijo mientras dejaba que la otra chica entrará completamente.— Solo unas cuantas decoraciones.
— Es muy bonito, la verdad.
— Gracias, pensaba en redecorarlo, para que no se vea tan vacío. Si quieres mas tarde podemos ir a la piscina.— ofreció Sam.
—No traje otro cambio, pero gracias.
— Ven siéntate aquí.— Señaló el piso, y seguidamente las dos se sentaron.
—¿Tienes un dvd? —Sam asintió.—¿Podemos ver películas de terror? —Roma hizo un gesto "maquiavélico" que provocó una risita a la anfitriona.
— Creo que tenemos un paquete de palomitas en la cocina, acompáñame.
Las dos bajaron las escaleras y cuando iban a pasar la sala LaRusso se dirigió con Roma.
— En ese estante...—señaló el objeto.—están algunas películas, tú eligelas y yo hago las palomitas.—dijo con una sonrisa y Roma aceptó gustosamente.
Ambas hicieron sus "tareas", pero la Cedaño se detuvo por que escucho que alguien bajaba las escaleras, era el hermano menor de Samantha.
— ¿Tu quién eres? —preguntó sin importarle mucho mientras tenía un videojuego en su mano.
—Soy amiga de tu hermana.
—¿A poco tiene? —soltó una risa burlesca y se retiraba para irse a la cocina.
Se rio y siguió buscando películas de terror, sólo pudo encontrar Viernes 13 y Halloween 4.
—Ya están las palomitas, qué películas vamos a ver? —preguntó Sam, en tanto trataba de no quemarse los dedos con las palomitas lo que le causaba gracia a Roma.
