+Día 7+

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-"¡Al norte, al norte! ¡Llevo un día entero caminando hacia el norte y nada!"- Gritaba un extranjero en medio del desierto.

No había rastros de olor, huellas, o algún pelo pelirrojo volando por ahí que le hiciera saber que Seth había pasado por ahí.

Ya hacía varios días que había desaparecido, probablemente había avanzado mucho. Pero últimamente no hubo mucho viento, las pistas deberían estar al aire. O eso creía él.

Había caído completamente por el Dios, era una pena, quien pensaría que alguien tan poderoso como él estaría a la merced de un simple Dios de Egipto.

Pero Seth era diferente, no tenía nada de simple. Aunque fuera un mero mortal, se habría enamorado de él. 

Aunque el pelirrojo no lo supiera, sus encantos atrapaban a cualquiera. Bueno, para él no eran encantos, era su forma de ser y lucir.

Pero que podemos decir, tal parece que los hombres de esa época tenían un gusto peculiar. (Y Nephthys, no nos olvidemos de ella).

Volviendo con nuestro extranjero favorito, él ahora se encontraba sentado en una roca comiendo un escorpión que encontró en el camino.

Normalmente, no necesitaría comer, solo lo hace cuando está enfadado.

En eso, vio a un pequeño halcón blanco volando por el cielo.

¡Era el halcón de Seth! Tenía que serlo.

Tiró el escorpión y corrió hacia donde volaba el ave.

-"¡EYYY, HALCÓN! ¡LLEVAME DÓNDE ESTÉ SETH! ¡SÉ QUE SABES DÓNDE ESTÁ!"- Parecía un maniático gritando.

A más de diez kilómetros de distancia, se encontraba Horus, quien había sacado sus halcones hace unas horas para vigilar el perímetro, solo por las dudas.

En eso, notó que uno de sus halcones veía a un loco agitando las manos y gritándole. Pobre hombre, ojalá Ra se apiade de él.

Se acercó un poco para poder oír lo que decía, y no le gustó para nada lo que escuchaba.

-"¡LLEVAME CON SETH! ¡QUIERO VER A SETH!"- ¿Qué decía ese lunático?

¿Ver a Seth? ¿Quién se creía que era? Mejor dicho, ¿Quién era? Tal vez se acercaría solo un poco a inspeccionar.

Mala idea, ahora quería picotearlo.

Se trataba nada más ni nada menos que de ese molesto extranjero que intentó ligarse a su tío. Y que ahora le rogaba que lo llevara a donde el Dios estaba. Cambió de parecer, ojalá Ra se apodere de su alma y lo torture por la eternidad.

~100 días junto a tí~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora