Guy fue el primero en salir de la casa esa mañana. Sabía que Raoul había sido convocado para las nueve, por lo que se las arregló para llegar a la torre de Júpiter al menos media hora antes que él. En el hall de entrada del moderno rascacielos, encontró al capitán de la guardia esperándolo, quien informado de su llegada, le indicó que lo siguiera en el ascensor.
Lo que Saurus no podía imaginar era que los sentimientos del mestizo hacia él habían cambiado enormemente en las ultimas 24 horas. Si el día anterior Guy solo lo había mirado con recelo y desconfianza, ahora lo odiaba hasta la médula porque conocía cada detalle de su papel en las torturas perpetradas contra Raoul.
Guy tenía muchas fortalezas, entre ellas un sentido de la justicia muy fuerte, y defectos, incluida la incapacidad de entender cuándo debía de mantener la boca callada. Cuando estos dos aspectos de su personalidad se cruzaban, los efectos podían ser desastrosos. Por eso, mientras subía los cien pisos que lo separaban de la cúpula, no pudo evitar que la mueca de enfado de su rostro se convirtiera en una sonrisa desafiante.
"Debe haberte llenado de satisfacción", declaró, en un tono deliberadamente sarcástico.
"¿Como?" Saurus, sin estar seguro de haberlo entendido bien, miró al humano confundido.
"Torturar a Raoul. Tú perteneces a la clase social más baja entre los Elites, ¿no es así? ¿Cómo te sentiste al torturar a un Blondie? ¿Fue eso mejor que desollar seres humanos?"
El capitán de los guardias, sabiendo que estaba en rol de oficial y en compañía de un invitado de Júpiter, por molesto e insignificante que fuera, mantuvo un porte aplomado.
"No sé de qué estás hablando. Lord Am fue sometido a un interrogatorio regular y yo solo seguí órdenes".
"Claro, ¿y piensas que no sepa que ese fue tu momento de gloria? ¿No te excitaste mientras clavabas un poste eléctrico en el culo de uno de los hijos predilectos de Júpiter? ¿No te sentiste recompensado por siglos de envidia en los que miraste a otros Elites de abajo hacia arriba solo porque tenían un cabello más extravagante que el tuyo? Si no me equivoco, los Onyx no tienen ni un título, son escoria androide, básicamente son como nosotros los perros de los barrios bajos. Debes haberte sentido poderoso cuando atacaste a un Blondie incapaz de defenderse. Dime, Saurus, ¿no disfrutaste? ¿Cómo mantuviste tu polla en los pantalones mientras escuchabas sus gritos de agonía? ¿Cuántas veces te has masturbado, después, pensando en ello?"
Guy había dado en el blanco. Cada una de sus insinuaciones, tan precisas, seguras y puntuales, se clavaron en el orgullo del Onyx como alfileres al rojo vivo. Fuera de sí de rabia, Saurus se abalanzó hacia delante, le apretó el cuello con el puño y lo presionó contra la pared del ascensor.
"¡Cómo te atreves... te haré pagar, maldita pulga humana!"
"¿Toqué... toqué tu punto débil?" balbuceó el mestizo, pero la burla se convirtió en terror al pensar que tal vez, al no haber pensado lo suficiente en las consecuencias de sus acciones, había arruinado su última oportunidad de salvar a Raoul.
Su visión se nubló y sus labios perdieron color. Pronto incluso su corazón habría dejado de latir si de repente el capitán no hubiera aflojado su agarre y se hubiera desplomado en el suelo rechinando los dientes. Guy cayó tras él y jadeó por oxígeno. Las puertas del ascensor se abrieron, Saurus fue succionado fuera y la cúpula, ahora teñida de luz roja, se lo tragó.
Cuando Guy logró recuperarse y alcanzar su objetivo inicial, la escena que se le presentó fue surrealista: el androide estaba siendo arrojado, violenta y repetidamente, contra la pared del santuario y luego terminaba aplastado contra el suelo.
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Libro2: Vivir libres de las leyes de Júpiter - Resurgir de las cenizas de Herbay
FanficUn Amoi libre de la dictadura de Júpiter es terreno fértil para crecer y evolucionar. Una página en blanco llena de oportunidades. Este es el segundo libro de una serie. Si aún no lo has hecho, te recomiendo que empieces a leerla por el primero: Res...