Capítulo 1: Atascada conmigo

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Otra vez se despertaba en aquella habitación enorme desnuda y algo adolorida. Se miró las muñecas y las marcas de ataduras no se borraban. ¿Como podrían borrarse si desde que había llegado, no había pasado una noche sin sexo?

Se destapó y se sentó al borde de la cama antes de respirar profundamente y levantarse a sabiendas que al hacerlo le dolería hasta la ultima parte de su cuerpo.

Cerca de allí había un espejo y miró su reflejo. Sonrió con lástima al ver su cuerpo desnudo cubierto de marcas de mordidas y arañazos.

-¿Cómo es que llegamos a esto, Akali...?- se preguntó a sí misma, suspirando y levantándose de la cama al ir al baño. Como era de esperarse le dolieron todos sus músculos, se miró al espejo y repasó las marcas que tenía recordando perfectamente como la noche anterior había sido bruscamente tomada por la que, ahora, era su alfa.

Akali apretó los dientes y cerró su puño con fuerza, sentía ira de ello pero no había nada que podía hacer. Aunque ella no quisiera, gracias a la marca, reaccionaba al roce de esa mujer.

Tocaron la puerta suavemente.

-Señorita, la ama la espera.- se esuchó del otro lado. Era una de las sirvientas de la casa.

-Iré a bañarme, bajaré en unos momentos.- le contestó rápidamente al entrar al baño.

No podía bañarse con agua caliente, aunque quisiera, porque le ardían los arañazos y mordidas que, sin cuidado, le hacía la alfa. Siempre se quedaba unos momentos debajo del agua quejándose en silencio sobre su actual situación.

-Si no hubiera nacido omega, yo...- dijo entre dientes aguantando la frustración. Siempre había renegado de su situación de omega. Hubiera aceptado ser Beta sin problemas con tal de no estar en esta situación. Pero todo había terminado así. 

Luego del baño, se cambió con un short de basquet y una remera olgada blanca y salió de la habitación.

La mansión era enorme y no conocía ni la mitad de los cuartos que esta tenía, tampoco que hubiera podido, ya que la gran mayoría de las mismas se encontraban cerradas con llave.

Bajó las escaleras y giró en el enorme vestíbulo a la derecha, entrando por una gran puerta doble de madera.

-¿Qué quieres ahora?- Preguntó de mala manera al cerrar la puerta detras de sí.

La persona que se encontraba girada mirando por la ventana volteó la silla ciento ochenta grados lentamente. 

Unos ojos amarillos tan poco humanos se posaron en su ser, un cabello lila largo que caía por los hombros que enmarcaban el rostro de una hermosa mujer con un labios carnosos que formaban una sonrisa sobradora.

-Cariño...- dijo al momento que se levantaba y le señalaba una silla en su escritorio.- Sientate.

Akali obedeció pero en vez de sentarse en la silla que esta le había dicho se sentó en un sillón cercano de forma desordenada y faltándole el respeto, su intención era molestarla. Sin embargo, la mujer sonrió satisfecha ante su actitud.

-¿Y ahora que quieres? ¿No te bastó el que follacemos ayer a la noche que me llamas a tu despacho?- Le preguntó con hartazgo.

La mujer no se sentó y se acercó a ella con un andar lento y felino casi disfrutando de la situación. Se detuvo al quedar en frente mirándola desde arriba.- Y si ese fuera el caso...- le preguntó relamiéndose los labios. Se observaban en sus ojos hambre y lujuria.- ¿Qué harías?- la agarró del cuello y la atrajo a ella obligándola a levantarse del asiento.- Abrirías esa hermosa boquita que tienes.- le dijo acariciando los labios de Akali con su dedo pulgar.- y me chuparías la polla hasta ahogarte con ella.

Atascada conmigo - EvelynnxAkali - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora