Capítulo 5: Tormenta

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En algún bar de mala muerte entre las callejuelas de Tokio una pelea se llevaba acabo y uno de los involucrados salió volando por la puerta del lugar a la calle.

-¡Mierda!- gritó al caer al suelo.

-¡¿Tienes algo que decirme, basura?!- se le acercó un hombre alto de cabello tornasolado entre rosado y azul, con una apariencia de pandillero, una mirada violenta y una sonrisa socarrona de saberse superior.- ¿Quién te manda a meterte conmigo?

-¡Kayn!

Hasta que escuchó su nombre estaba pateando con cierta gracia al tipo en el suelo. Se detuvo para mirar a la persona de quien provenía la voz. Mostró cierto asombro de verla allí luego de casi un año.

-¡Vaya! Parece que estuviera viendo a un fantasma...- dijo este  perdiendo el interés totalmente en el tipo tirado en el suelo y se acercó con una actitud arrogante a Akali.

-Compórtate o no respondo.- le dijo fríamente la chica cruzándose de brazos.

Este solo seguía sonriendo como si toda la situación tuviera alguna connotación graciosa que solo el entendía.- ¿Y que vas a hacer? ¿Llamar a tu alfa ahora que le perteneces a la "High society"?

-Romperte el culo a patadas si te seguís desubicando...- le contestó agarrándolo de la cadena de oro que tenía en su cuello.

-¡Oh! Y yo que pensé que venías a que tuviéramos nuestra despedida apropiada...- le dijo acercándose para besarla.

Kayn había sido su amigo de la infancia, crecieron juntos y aunque siempre había estado interesado en ella y ella mostraba cierta atracción a él por su físico nunca habían llegado a nada mas que amigos, aunque eso no le impedía intentar avances con ella.

La omega le cubrió sus labios con su mano para evitar el beso.- Estoy marcada, idiota.

-¿Y? No soy celoso.- le contestó con gracia.

Ante esa negativa de parar, Akali lo agarró y le pegó un rodillazo en los testículos.- Te lo advertí.

Este se arrodilló de la impresión y la pérdida total de fuerza.- Hi... hija de puta...- dijo en lamento mientras se agarraba la zona e intentaba recuperarse.- ¿Qu...Qué mierda... querés...?

Los avances que Kayn podía intentar con Akali, solían terminar con el arrodillado en el suelo agarrándose los huevos.

-¿Donde esta mi familia, Kayn? - le dijo poniéndose en cuclillas para acercarse.- Y no te hagas el imbécil, que sé perfectamente, que sabes donde están...

-Ing... pendeja...- le gruñó a regañadientes.- ¿Pará qué quieres saberlo? Tienes una buena vida, pendeja... Vete con tu alfita y déjanos...

Akali agarró la cabeza de su amigo y la aplastó contra el piso.

-Dí lo que quiero saber... y te dejaré seguir en tu patética existencia... - le contestó agarrándolo del pelo.

Su expresión no era para nada parecida a la que había tenido hasta ese momento, sus ojos le miraban de forma cruel. Kayn conocía esa expresión mejor que nadie.

La expresión del grupo de asesinos al que pertenecía.

***

Sí, renegaba de su existencia como omega, porque la hacía sentirse débil. El celo regular y el dolor de saber que necesitaba tener sexo, lo consideraba una debilidad a su trabajo.

El saberse que eventualmente, sentiría la urgencia de procrear... eran emociones que le daban asco y ahora era un sentimiento del cual no podía escapar.

Atascada conmigo - EvelynnxAkali - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora