Depresión.
_____________Tristeza.
Katari sentía poco y nada, pero ahí estaba, en su casa, había dormido poco, sentada en su ella abrazando sus piernas como una niña asustada.
Lo estaba, estaba asustada, no sabía que hacer consigo misma, mucho menos sabría que hacer con alguien más.
Nunca fue buena persona, lo sabía, ese sentimiento nunca se iría, pero estaba ahí, volviéndose una persona completamente peor de lo que ya era.
Cada sensación seguía ahí, tenía miedo. Akemi nunca habia pasado una depresión de meses u años, sus depresiones eran momentos el cual hacía lo posible para levantarse de su cama y seguir como si no quisiera morir.
Como si no le tendría miedo a vivir.
Sabía fielmente que una parte de ella siempre había deseado morir joven, pero esa parte estaba tan lejos y gritaba tan fuerte. La aturdia. Cada día, cada noche quería que se calle.
Sus ojos comenzaron a llorar nuevamente, inchados de tanto llanto. Kuina, no vendría a casa hasta al menos cuatro días más, eso significa que estaba sola, sola con su gato. Ella sabía estar sola, lo había estado la mayor parte de su vida.
Esa madrugada daban las cinco, se había despertado tras el sonido del reloj, apenas había dormido dos horas. Fue la angustia del momento y la preocupación de que haría ahora que arruinaron drasticamente su descanso.
Ahora, se levantaba de su cama tras haber estado sentada durante veinte minutos. Miró su vientre en el espejo de cuerpo completo y suspiro.
No era notorio aun el embarazo. Agradecía eso, después de todo, aún tenía un pequeño problema con su físico y el deseo de ser extremadamente delgada seguía ahí, acechando cada comento de su vida al ver comida. Sabía que un cambio tan drástico en su físico colapsaria su auto control.
No era estable para un hijo, se notaba, después de todo, era irresponsable, lo suficiente como para quedar embarazada, lo suficiente como para sentir así.
Sabía lo que era crecer y vivir con padres los cuales no deseaban tu nacimiento. Eso no se lo deseaba a nadie, mucho menos deseaba provocarlo en alguien.
A lo largo de su vida había recibido algunos comentarios diciendo que sería buena madre, pero aquello no era la realidad, siempre le tuvo un miedo enorme a serlo, a ser igual que su madre.
-Mierda.
Estaría dispuesta a morir si aquello sacaría al embrión en su vientre.
Suicidarse, ¿Era tan malo?
Aun así, ya estaba llegando tarde, paso demasiado tiempo mirándose al espejo juzgandose como en aquellos tiempos de adolescencia donde todo era asqueroso en silencio, tapando cada moreton por falta de comida.
Se vistió, esta semana estaría en neurología, probablemente lo más lejos posible de cardiologia.
Había pasado una semana desde que Chishiya decidió regalarle la luna. Una semana desde que no hablaban, una semana en la que sólo se veían a lo lejos sin siquiera saludarse como completos extraños fingiendo que no darían todo por el otro.
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Dr. Chishiya ;Shuntaro Chishiya
Fanfiction"Un meteorito cayó en la ciudad de Shibuya, fue una verdadera tragedia" Chishiya, aprendió a amar sintiendo una dependencia, Katari, ahora lo entendía. Y como dijo Adam Silvera, al final, mueren los dos. •Historia donde Chishiya se enamora de su int...