気持ち Kimochi ➶ Muzan Kibutsuji

16➹➶

Ahí me encontraba yo, procesando toda la información que acababa de obtener. Muzan me miraba serio, creo que estaba esperando a ver cómo iba a reaccionar sobre lo que acababa de ver. Realmente no entendía nada, toda la información fue tan repentina que estaba en shock, no podía procesar nada más que lo que acababa de suceder.

Quería pedirle una explicación sobre lo que hizo y porque lo hizo, pero me limité a mirarlo con cara sorprendida. Necesitaba una explicación pero no sabía ni porque pregunta empezar.

- ¿Y bien? - Muzan rompió el silencio, su expresión facial no había cambiado y yo no sabía bien que responder.

- ¿Porque hiciste esto? - Pregunté. Fue la primera pregunta que se me vino a la cabeza.

Muzan suspiró para después comenzar q hablar.

-Soy Muzan Kibutsuji, ¿Tanto te sorprende lo que hice? - En eso tenía razón, él es Muzan, él fue el primer demonio, tiene más de 1000 años, y probablemente hizo muchas cosas peores. - Realmente me conoces más de lo que piensas y si, sabes que realmente no estoy arrepentido de lo que hice, si me arrepintiese de mis actos primero que nada seria una cobarde y segundo no podría ser un demonio, ya que los demonios no nos solemos arrepentir por ese tipo de cosas. Y a fin de cuentas tu ahora eres un demonio, uno muy poderoso, y no solo por mi sangre, si aun siguieras con la misma vida de antes no podrías haberte convertido en lo que eres, ¿No crees?-

Es cierto, puede que sí que me hiciera más fuerte y también es verdad que ahora soy un demonio, uno que Muzan considera fuerte, pero aun así, ¿Realmente mereció la pena perder todo lo que perdí? No lo sé, no sé que responderle ahora a Muzan.

-¿Porque tenía que ser mi familia? - le pregunte mirando al suelo.

-En tu pueblo había un gran grupo de cazadores de demonios, la gran mayoría del pueblo descendía de unos cazadores de demonios muy poderosos, tu y tus padres incluidos, así que un día, como un demonio normal, necesitaba satisfacer mis necesidades de demonio, así que acabe con la aldea y así de paso mataba a algún cazador de demonios. - De repente sonrió.- En verdad me alegro de que no estuvieras ahí, si hubieras estado, no estarías ahora aquí. -

Sí que es cierto que desde pequeña siempre oí muchas historias de los cazadores de demonios en el pueblo. Pero nunca me paré a pensar que fuéramos descendientes de cazadores de demonios.

Pero seguía sin comprender porque Muzan me contó todo esto, ¿no hubiera sido más fácil para él hacer como si esto nunca hubiera pasado?

-¿Porque me contaste todo esto?- Quería una respuesta sincera, sé que detrás de esto tiene que haber alguna intención, si no, no lo habría hecho.

-Bueno... eres algo así como mi mando derecha, acabaste con unos cazadores bastante molestos para mí así que supongo que esto es una forma de agradecértelo y supongo que también por haber desaparecido por un tiempo. -

-¿Forma de agradecimiento? ¿En serio?- ¿A qué clase de ser se le ocurre agradecerle a alguien algo enseñándole como murieron todos sus seres queridos? En fin, solo a Muzan.

-Emm.. ¿si? -

-Ahg, me voy. - sigo estando confundida y Muzan no es de mucha ayuda, necesito estar sola y procesar sobre lo que he visto.

-¿Mmh? ¿A donde? - pregunto serio.

-A algún sitio lejos de aquí, ¿Te sirve? - no estoy para preguntitas en este momento. - Déjame un rato en paz, ¿Porque no vas a matar más pueblos, por ejemplo?

Estaba a punto de salir por la puerta cuando de repente apareció Muzan delante mío con cara enfadada.

-¿Cuantas veces te tengo que decir que no me contestes? - Parece que se molestó, que pena.

-Oh, ¡venga ya! ¡Déjame pasar de una vez! - Cómo me siga molestándome le meto una patada en la entrepierna y listo, se acabo el problema. Bueno, se enfadaría pero en este momento que se enfadé es lo que menos me importa.

-Oh.. ¿Enserio no te importaría que me enfadé?-

-¿Qué? - Me sorprendí bastante.

-Acaso lo olvidaste soy Muzan, puedo leer los pensamientos de todos los demonios, y encima que me contestas crees que lograrás librarte de mi solo con una patada, no no no, muy mal, tenia pensado dejarte salir pero parece que no aprendes así que si sigues así te tendré que castigar.

Tampoco es que suene mal, ¿no?

-Ah? Segura? - Me miró medio sonriente.

Mierda, se me olvidó que me leía los pensamientos, aunque realmente me intriga como seria el castigo, mierda, mierda, no pienses en eso, recuerda que sigues enfadada.

-Así que intrigada, ¿eh? -