Zoe, una chica de ciudad que vive con su tía y sus dos primos, tendrá que pasar sus vacaciones de Verano en un pueblo pequeño lejos de la ciudad, pero lo que nunca se imaginó fué que se encontraría con un chico que le cambiaría su vida para siempre...
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Termino de secar mi cabello y voy hasta el espejo de cuerpo completo; mi cabello corto y negro tiene pequeñas ondas en las puntas y mis ojos cafés oscuros resaltan más con el delineado.
Luego detallo mi ropa, sencillo pero bonito; unos shorts cortos de mezclilla, un top básico blanco de tirantes y unas sandalias sencillas.
Escucho diferentes voces abajo, así que supongo que ya llegaron los invitados.
Salgo de mi habitación y bajo las escaleras a paso lento mientras paseo la mirada por las diferentes personas que habitan el salón; hay una señora con el cabello lleno de canas y que se ve bastante mayor sentada en un sofá individual, una mujer que parece de la edad de mi tía Aline— yo le calculo que está empezando los cuarenta—, un hombre a el cual no puedo detallar ya que se encuentra de espaldas, y un chico castaño que debe estar rondando los quince años.
Termino de salir de mi escondite e inmediatamente mi tía Adeline me toma por el brazo para empezar a presentarme a los invitados.
— Ella es mi sobrina, se llama Zoe y es un encanto. Zoe, ellos son la familia Grey— comenta sonriente.
— Mucho gusto querida, yo me llamo Daniela— se presenta una de las mujeres de cabello castaño y ojos color miel.— él es mi hijo Daniel— señala al chico, el cual me sonríe tímido.— y él es mi esposo, Asher.— señala al hombre al cuál ahora puedo detallar de cerca.
Y Dios, creo que es el hombre mayor más guapo que he visto; tiene el cabello rubio con unas cuantas canas, sus ojos de un color azul claro, su rostro carece de arrugas y tiene una leve barba que apenas empieza a crecer.
Él me sonríe mientras me extiende su mano.
— Mucho gusto, Zoe.— habla con voz ronca.
— El gusto es mío señor Grey.— sonrío.
— No hace falta que me digas señor, puedes decirme Asher.
— Eh... está bien, Asher.— hablo bajito.
Luego de salir del hechizo del señor voz sexy, paso a saludar a la señora mayor que ví hace rato, y que es la mamá de la señora Daniela, se llama Daisy.
Después de un rato charlando con todos, me voy a sentar al sofá grande, quedo en medio de mis dos primos, Austin tiene una conversación muy amena con la señora Daisy, mientras Adam solo escucha lo que hablan.
— ¿Has hablado con Jaxon?— la voz de Adam me hace girar.
Se me hace raro que pregunte por él, pero prefiero no preguntar sobre su repentino interés.
— No, el móvil casi no tiene señal.
— Umm... es bueno que pases este verano lejos de Jaxon, así cada uno tiene su espacio.— abro la boca para decir algo pero él se apresura a seguir.— Y antes de que digas algo, no lo digo por celos ni nada, es solo que pasan mucho tiempo juntos y solo digo que, está bien tener tu propio espacio de vez en cuando, poder despejar la mente y así...
