My only love [Narusasu]

Capítulo 3

Las dos semanas habían pasado y, así como Sasuke empezaba con su trabajo, Naruto debía volver a sus labores. Seguían viviendo juntos, pero en tres días más se iría. El departamento estaba listo, sólo faltaban algunos muebles.

Para reintegrarse, Kakashi le dejó una misión sencilla, escoltar a un importante hombre de negocios a su aldea. No creían que fuera realmente necesaria tanta seguridad, pero el señor pidió una buena escolta y, como podía pagar por ella, Shikamaru y Naruto fueron los encargados para la misión.

Aún faltaban dos horas para partir, así que Naruto aprovechó para ir a avisarle a Sasuke. Shikamaru lo acompañó. Todo el camino estuvo pensativo y con frecuencia hacía "tch" con su lengua.

Al cruzar las puertas de la academia lo primero que vieron fue al Uchiha luciendo más enojado que nunca. Iruka lo había puesto a limpiar una pared que parecía haber sido atacada por los peores vándalos.

—Sasuke, ¿cómo te va? —preguntó Naruto.

—Si te ríes te mato.

Anteriormente no quería hacerlo, pero la amenaza hizo que se riera—. ¡Perdón, perdón!

—¡Te dije que no te rieras! —le aventó a la cara el mojado trapo sucio con el que estaba tallando la pared—. Si me estoy humillando así es por tu culpa.

Cierto. El plan original de Sasuke era seguir prófugo. Haría lo que quisiera y ganaría dinero como quisiera. ¿Quién en el mundo iba a ser capaz de capturarlo y traerlo a la aldea? Nadie, excepto Naruto, y aún así decidió regresar por las buenas—. Ya, lo siento y te lo agradezco.

—¿A qué viniste?

—Ah, cierto. Me voy a una misión. Volveré en unos cinco días —si Naruto fuera más observador, se habría dado cuenta de que el cuerpo de Sasuke se puso más rígido. Shikamaru sí era observador—. Sólo vine a avisarte, no podría decirte que cuides mi casa en mi ausencia porque seguramente está más a salvo contigo que conmigo —rió cerrando los ojos, con sus manos atrás de su cabeza—. Bien, me voy.

Sasuke asintió, viéndolo dar media vuelta. El Uchiha se mordió el labio, queriendo decir algo—. Naruto —lo detuvo. Diez segundos lo mantuvo parado, sin decir palabra—. Nada. Cuídate.

Sonrió enormemente—. No te preocupes, siempre me cuido —Shikamaru quiso replicar y decirle que no, nunca se cuidaba y siempre se lanzaba al peligro con tal de salvar a alguien sin meditarlo demasiado. Pero era una molestia decirlo—. Cuando vuelva vayamos a una cita.

Sasuke le contestó con un asentimiento. Y si el corazón de Naruto palpitó con más fuerza ante la pequeña sonrisa y el disimulado sonrojo de Sasuke, nada tenía qué ver con sus sentimientos.

Shikamaru se despidió de Sasuke con un gesto de mano. Aprovechó el tiempo que les sobraba antes de partir a la misión para hablar con Naruto. Sentía que su amigo no era consciente de algunas cosas y necesitaba aclarar otras tantas—. ¿Qué sucede entre Sasuke y tú?

—Estamos saliendo —cerró los ojos, esperando una reacción negativa o exaltada. Nada. Abrió uno de sus ojos y sólo lo vio con la mano en su barbilla, asintiendo.

—Me alegro por ustedes, entonces.

—¿¡Ehhh!? ¿Por qué no estás sorprendido en absoluto?

Negó con la cabeza—. Sí lo estoy. Lo que me sorprende no es que sean pareja, lo que me sorprende es que tan rápido lo hayas aceptado.

—¿Uh? ¿Por qué no te sorprende que seamos pareja? ¿Aceptar qué? —preguntó, luciendo como un cachorro confundido.

—Nunca has querido a una persona de la forma en la que lo quieres a él, así que era cuestión de tiempo para que aceptaras tus sentimientos y dejara de ser platónico.