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Los jueves son días dónde el ánimo mejora aunque sea un poco, más que nada por ser la máxima aproximación a él viernes, día al que se asocia la diversión fiestas y tal vez, un poco de alcohol.
Aquella generalización, era el chiste que dos jóvenes ocupaban, entre la estrechez de un auto, el cuál no era de su pertenencia, pues ellos no residían en Estados Unidos.

Tess y Hunter iban de la mano en los asientos traseros de un taxi amarillo y neoyorquino, ella miraba la ciudad y reía dando acotaciones a los comentarios de quién usaba prendas grises y, se encargaba de iniciar las conversaciones entre ellos. No porque ella no dijera nada, sino por ser parte de su costumbre.

──Viendo lo excéntrica que es la ciudad, puedo entender porqué James vive aquí. ──Mencionó aún asombrada de lo estúpidamente gigante y contaminadora en iluminación que era la "Gran manzana" ──Hunter ──lo llamó dejando la ventana para verlo, haciendo saber de antemano que dirá algo importante ──¿Por qué crees que terminaron?

Bien, no van a mentir.
El rejunte de James y Aiden dentro del campamento, fue de lo más raro y digno de justificar con una frase trillada cómo... "Los opuestos, se atraen" que ha visto en carne; Tess odia esa frase, pero aún así, se le venía a la cabeza cuando los veía caminar por ahí juntos.

Por esos motivos, el grupo de ex campistas (a excepción de los mejores amigos), llegaban a sentirse como un programa amarillista de chimentos; más que nada por las teorías algo descabelladas que formulaban al momento de pensar y hablar posibilidades.

Entre ellas, mantenían rumores tales como: infidelidad, poco probable. Desinterés, muy seguro. Quizá una pelea fuerte por la exposición de James a los medios, no, a Aiden no le importaba. La distancia en definitiva no era un motivo, vivían en el mismo jodido departamento.
Nada se veía probable en ellos, ni siquiera pensar que solo se acabó el amor y ya.

El chico solo abrió un poco más sus ojos y levantó por inercia sus hombros, acomodándose en el asiento mientras aún tomaba su mano, buscando en su mente lo más coherente para él de todas esas teorías.

──Quizá solo... Aiden no pudo seguirle el ritmo, ya sabes ──intentó sonar desinteresado ──James fue su primer beso, así que asumo que también su primer relación, esas cosas nunca salen bien siento es tan: "quiero un cuento de hadas pero versión oscura porque soy tan único y diferente, visto de negro y escucho Melanie Martinez." ──Se sintió bien al obtener una pequeña risa nasal por parte de su pareja ──y James es tan "viejo... Eso es genial, dejame tomarle una foto a tus sentimientos".

El hecho de que Hunter pudiera imitar sus voces y maneras de hablar, hizo que fuera un tanto divertido, causando risas en ambos y logrando aligerar un poco el ambiente.
Ellos eran los primeros en ir a ver a James, con quién no tenían ningún tipo de relación más que ciertas alianzas y aún así, debían averiguar que sucedía de una manera u otra.

──Si, supongo que tienes razón ──la pelinegra se demostró de acuerdo, solo que su sonrisa no duró demasiado ──de alguna forma me inquieta que Aiden se niegue a ver a James, se supone que mantuvieron un vínculo importante y aún así... Él se demuestra tan idiota ──expuso un poco sus sentimientos hacia su novio, arrugando sus labios con enojo ──James no debe estar nada bien.

Lo normal es esperar amor de una pareja y odio de un ex; pero su mente supone, que aquella persona que juro amor y protección, fuera de todo conflicto, siga al pendiente aunque la relación haya muerto, al menos si es que amó de verdad.

Tess pensaba de ese modo y por lo mismo, se hallaba odiando a Aiden.

Ella se encontró mucho tiempo deprimida y sola, pero a su parecer, una persona como el de tez morena no podía sobrevivir a algo como eso.
A la soledad. Dónde más se estaba sometiendo.

𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃 ☹︎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐖☹︎𝐑𝐋𝐃 | 𝖩𝖺𝗂𝖽𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora