Extra I

580 81 1
                                    

Los celos de Ryoko

Mikey fue a buscar a su hijo a la escuela preparándose para lo que venía. No se equivocó, Ryoko pasó a su lado sin mirarlo ni saludarlo, directo al auto de su padre.

Mikey apretó los labios, no podía evitar sentirse dolido por esa actitud. Al volver al auto con Kyoko, Takemichi estaba regañando a Ryoko.

—Hombrecito, no puedes seguir ignorandonos por siempre.

Ryoko siguió mirando la ventana con una actitud desafiante.

—Quiero ir a casa— Murmuró al final.

—Estás siendo egoísta, no voy a-

—Takemitchy, no…

—No podemos seguir aguantando este tonto berrinche.

—Takemitchy, dejalo ¿Sí? Vamos a casa— Debe haber visto algo en su mirada, por que arrancó el auto aún gruñendo.

Mikey intentó llenar el silencio hablando con Kyoko y contando cosas de su trabajo. Takemichi e Ryoko se mantenían con el ceño fruncido en una guerra silenciosa.

Mikey suspiro quedito.

Luego de comer y dar un gracias cortante, Ryoko corrió a encerrarse en su habitación.

—¡No podemos permitir que siga comportándose así!— Takemichi explotó después del portazo.

—Solo van unos días, es difícil para él— Limpió el rostro de Kyoko mientras contestaba.

—Va a ser un hermano mayor, debería madurar.

—¡Takemichi!— Mikey lo miró enojado—. Es un niño, no tiene obligación de madurar por nuestro bien, nosotros decidimos ser padres, él no escogió nada, solo… no lo regañes, no invalides lo que siente— Se acercó a darle un beso en la mejilla—. Hablaré con él mañana que tengo libre, dejémoslo por hoy. No lo regañes ni te enojes con él, no puede evitar lo que siente, por favor, tu actitud no nos está ayudando.

—...Lo siento, solo… me enoja como se comporta, sobre todo como te trata, no merecemos ser tratados así.

—Lo sé, pero no puedes usar tu lógica de adulto con un niño— Takemichi suspiró después de unos segundos.

—Lo entiendo, lo siento.

Se despidió de Kyoko con un abrazo y ante la mirada de Mikey gritó un despido rápido a Ryoko, por supuesto no hubo respuesta.

Takemichi contuvo un gruñido antes de girarse a su pareja.

—Me voy, no permitas que te trate mal.

—Solo se encierra, no te preocupes.

Luego de que Takemichi volvió al trabajo, Mikey se dejó caer al sofá con expresión complicada.

—¿Mamá?

—¿Si, cariño?— Miró a Kyoko ayudándola a subir al sofá junto a él.

—¿Mi hermano está siendo malo? ¿Es un mal niño?— Se acurrucó contra él.

—Nunca, tu hermano es un buen niño, solo está confundido y enojado...— Sus manos se deslizaron a su estómago, aún plano, pero tenía una vida creciendo allí.

Kyoko acarició su estómago también, sus manos pequeñas y suaves, con miedo de tocarlo. No pudo evitar sentir un poco de cosquillas con ese toque.

—Quiero ver al bebé ¿Será niño o niña?

—No lo sabemos aún ¿Qué prefieres?

—No lo sé, será lindo igual que mamá.

—Tan linda como tú— Mikey la llenó de besos y abrazos—. Eres mi niña sin importar que sea el bebé, jamás, jamás, dejaré de amarte ¿Lo sabes, verdad?

𝖺𝗅𝖿𝖺 𝖾𝗌𝗍é𝗋𝗂𝗅 ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora