6. tête froide

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Maranello, la hermosa ciudad italiana que tanto extrañaba pero que no era lo mismo sin Charlotte, anteriormente vivían en Monza pero con la llegada de los niños, vivir en Maranello era más práctico.
El piloto había llegado con Carlos a la factoria de Ferrari para hacer pruebas, fotos, prensa y estrategias.

Charles estaba triste estos días y todos lo notaban, no venía con la misma energía como lo hacía cada año. Carlos le trae un café mientras esperan al jefe.

—Charles, está enojada ahora pero cuando lo piense en frío verás que todo se soluciona.

—No se Carlos, yo sufrí violencia por parte de Lena pero fui un idiota al ilusionarla y fue esa estupidez que llevo al caos.

Carlos golpea la espalda de su amigo en señal de apoyo y el monegasco suspira y da una media sonrisa sin muchas ganas.

—Las chicas fueron con Charlotte, conversarán y verás que te llamará.

—Eso espero.

Y pues Carlos tenía razón, las chicas fueron al palacio y se encontraron a una princesa en sus aposentos que estaba triste y hace días no salía de su cama.

—Charlotte— dice Carmen en un tono suave. —Oye, vinimos a verte.

—Estoy triste...— se tapa la cara.

Heidi abre las cortinas y ventanas para que entre un poco el sol y algo de viento, pero eso lleva a que Charlotte se queje como un vampiro cuando recibe sol.

—Tienes que tomar sol, amiga.

Las chicas se sientan en la cama y la abrazan para que se reconforte y recupere un poco de su tristeza.

—Me uso, fui una maldita apuesta

—No, tal vez empezó como un juego pero Charles te ama. Él te ayudo a escapar del palacio, se enamoró de Paulette y cuando se enteró no le importó, te ayudo a escapar del casamiento con el griego y te espero, te ayudo con la universidad para que fueras fotógrafa, te consiguio trabajo en la scuderia— dice Isa

—Si, si eso no es amor, entonces no se lo que es— dice Caterina.

Charlotte sabe que han estado distanciados en las últimas semanas por estar en el despacho todo el día, no le ha dedicado tiempo al matrimonio y tampoco a lo que Charles le decía. Pues del estrés del palacio que sumo al problema que tenían para concebir a otro hijo y ahora Lena y Céline fue el golpe que hizo que todo estallara.

Charlotte se reincorpora y le sonríe a sus amigas, se estira y se levanta para ir al baño mientras las chicas la aplauden por la actitud positiva.

—Oye Char, ¿Hace cuanto no tienen una cita ustedes solos?— pregunta Heidi.

La chica sale del baño mientras se peina y queda pensando mirando a un punto fijo, no recuerda cuando fue la última cita.

—Ya veo la situación...—dice Caterina

—Creo que desde que nació Amélie, dos años sin citas— piensa y afirma. —Si, dos años.

—Y sin sexo— acota la española.

—Oye, ¿tu con Carlos que? ¿Lo hacen todos los días o como hacen?— dice Charlotte sorprendida.

—Con Carlos nos tomamos nuestro tiempo para nosotros y tu deberías con Charles, no se, vayan a Bali y bueno, vean que pasa.

Bali fue un viaje maravilloso cuando eran novios y recién se habían mudado a Italia, habían planificado con sus amigos hacer un hermoso viaje a Bali en Indonesia y ese viaje fue el que los unió más y dejó en claro que querían estar para siempre juntos.

The Royal Family || Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora