Secuela de The Royal Secret
Charlotte y Charles han formado una familia pero un problema de Émile en Mónaco hará que regresan y todo se convierta en un caos.
¿Logragra la pareja sobrevivir?
En enero, Émile ya estaba listo para irse con Camila a su viaje de tres meses, el pueblo despedía al rey y daba paso a la mujer que gobernaría en su ausencia; Charlotte Grimaldi.
En el aeropuerto se encontraba la familia, la prensa y gente que venía a saludar al rey antes de irse. Hacia un frío del terrible, por lo que se encontraban abrigados y apurados por irse, sobre todo por los niños.
—Charlotte, si tienes algun problema o algo que no esté en tus manos para solucionar, no dudes en llamarme.
—Esta bien, Émile— lo abraza y su corresponde su abrazo. — Haré mi mayor esfuerzo y prometo que todo saldrá bien.
—Confio en ti.
Émile saluda a su cuñado y sobrinos para luego subir al avión con Camila y al fin irse.
Los monegascos se subieron al auto y emprendieron rumbo hacia el palacio, allí tendrían que gobernar Mónaco.
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La mañana del día siguiente, Charles se despertaba luego de dormir en la enorme cama de la habitación, jamás tuvo un sueño tan placentero.
Sentía la voz de una mujer y pensaba que era su esposa pero al abrir los ojos vio a la mucama.
—Aaaahh— grita asustado. —¿Que-que haces aquí?.
—Señor, disculpe solo abrí las cortinas y traje su desayuno.
Charles suspira aliviado mirando el desayuno y la ventana con las cortinas abiertas.
—Okey, gracias ¿Donde está Charlotte?
—La señora se encuentra en su despacho y los niños siguen en sus aposentos.
—Bien, gracias.
Charles se levanta, se ducha y se viste para luego ir a la habitación de sus hijos.
—Jules, Amélie a despertarse—
Amélie despierta y ríe al ver a su padre
—Papi— sonríe y estira sus bracitos.
—Hola bebé, ¿Dormiste bien?— la sostiene a upa.
—¡Si!— grita y Charles ríe.
—Vamos, Jules.
Jules se destapa y con toda su cara de mal humor se levanta y mira a su padre. El nacido en mayo demostraba ser un taurino impetuoso que odiaba levantarse en las mañanas y amaba dormir, el enojo se iría solo si comía algo.
—Sabes Jules, en mi habitación me trajeron un enorme desayuno y no lo puedo comer yo solo así que...
—Siiii— sonríe contento y va corriendo a la otra habitación y Charles lo sigue con Amélie en brazos.
