➳ [ 018 ]

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JIMIN.

Cuando su cuerpo cayó al suelo, sentí un horrible presentimiento. No dude en levantarme y correr hacia él.

—Yoongi, despierta, ¡Maldición, Yoongi!— Golpeé ligeramente su mejilla, pero sin resultado alguno.

Lo cargué y lo acosté en el sofá que estaba en mi oficina, donde él solía trabajar. Corrí hacia mi escritorio y de un cajón, saque una pequeña caja de primeros auxilios. La abrí lo más rápido que pude y eché alcohol en un algodón, para empezar a pasarlo cerca de su nariz.

Él empezó a reaccionar poco a poco, pero mientras más cobraba la conciencia, un olor dulce y muy atractivo empezó a aparecer. Fruncí mi entrecejo, me levanté y camine a la puerta, al abrirla me asomé para ver sí no era algun Omega que estuviera en celo, pero me sorprendió al no ver a nadie en el pasillo. Cerré la puerta y me giré, casi de inmediato, fuí encerrado contra la puerta por unos pequeños y delgados brazos, miré a Yoongi, sus ojos estaban verdes y tenía una sonrisa coqueta en sus labios.

Y su aroma... maldición, era él. Él es el causante de dicho aroma tan atractivo.

Alfa~— Sentí mis piernas temblar, mi miembro palpitar y mi lobo enloquecer con esas pequeñas, pero muy exitantes palabras.

—Y-Yoongi— Lleve mi mano a mi nariz, evitando oler su aroma, y pensar con claridad. —Acabas de entrar en celo.

Ayúdame— Acercó su rostro al mío, dejo un beso rápidamente y después me sonrió. —Follame.

Y con eso, bastó para tomarlo de los hombros y estamparlo en la puerta, pegué mis labios con los suyos, empezando un beso salvaje y muy necesitado.

Él gimió en medio del beso, mis manos fueron a parar a su cintura, esa pequeña y muy delicada cintura. En un momento rápido, le puse seguro a la puerta y lo jale conmigo al sofá, dónde me senté y él lo hizo arriba de mí, dejando sus piernas a cada lado de mi cadera. Sus manos se pusieron en mis mejillas y siguió el beso, mis manos bajaron a su trasero, apretándolo y sintiendo esa textura tan deliciosa.

Bajé poco a poco mis manos, metiendolas dentro del pantalón que le había comprado aquel día. Mis dedos rozaron con su masculinidad, haciendo que él gimiera y arqueara su espalda.

—Estas muy húmedo— Al parecer mi voz hizo un extraño efecto en él, que empezó a fingir embestidas con mis dedos ahí. —Ah, Dios.

No tarde nada en meter mis dedos debajo de su bóxer y meterlos en su entrada.

—¡Ah~!— Mordió su labio inferior, y siguió moviendo sus caderas de arriba a abajo. Añadí otro dedo en su interior, siendo dos dedos dentro de él. —A-Alfa, te necesito... ah— Remoje mis labios y saqué mis dedos, recibiendo una mirada de molestia por su parte.

Metí mis manos entre en medio de ambos, yo las dirigí al cierre de mi pantalón, lo bajé y con cuidado de no lastimar a Mini Min, lo saqué y dejé a la vista de él.

—Yo haré el resto, no te preocupes— Me sonrió coqueto, tomó mi miembro y lo alineó en su entrada, entrando de una sola estocada.

—¡Ah~!— Gemimos al mismo tiempo, él movió un poco sus caderas en círculo, antes de empezar a brincar encima de mí.

—Ah, lindo~— Gemí al sentir su estrechez rodear mi polla. —¡Demonios! Estás tan...ah~— Pose mis manos en sus caderas y empecé a embestirlo con fuerza y siendo más profundo. —¡Mhm~!

Él soltó un gemido bastante fuerte, antes de correrse, mientras que yo, apreté su cintura y me deje venir dentro de él, claramente no pase por alto el hecho de que él ladeó su cabeza en busca de una mordida, una marca y mis dientes picar para enterrarlos en la tersa y suave piel de su cuello.

Eché mi cabello hacia atrás, mientras él estaba recostado en mi pecho, y el nudo en él. Esperen...

¡Maldición!

¡Maldición!

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Alfa + Omega = Desastre • [JIMSU] • [Omegaverse] • [ADAPTACIÓN] • [COMPLETA] • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora