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Yoongi no podía.

Miró sus manos, mientras Jimin manejaba el auto.

Jimin le había pedido que cenará con él, al menos antes de que regresará a casa y lo dejara a él en la suya, durmiendo en diferentes camas y solos.

—¿En qué tanto piensas?— La mano de Park se posó arriba de las suyas, él instantáneamente lo miró, para después sonreír y negar con la cabeza.

—En nada, sólo estoy pensando en la Universidad y eso.— Excusó.

—Oh, cierto, mandé la carta de recomendación por tu trabajo laborando conmigo... creo que alguien se graduará pronto.— Le sonrió y Yoongi lo hizo no muy contento por eso.

—Gracias Jimin— Dijo.

Su Alfa le sonrió y regreso la mirada a la carretera, el Omega giró su rostro y miró por la ventana. Jimin había insistido en que Yoongi se vistiera con una linda polera blanca con flores, un jeans celeste y unas zapatillas color blanco, la cual eran muy bonitas y cómodas. Le había dado gusto... aunque sea por última vez.

El auto se detuvo afuera de un restaurante muy lujoso, Jimin apagó el auto y salió primero, mientras Yoongi mordía su labio inferior con nerviosismo y ansiedad. La puerta de su asiento se abrió, Jimin le tendió la mano, para ayudarlo a bajar, y él no se negó a esa ayuda. Una vez que ambos bajaron, el Alfa tomo de la mano a su Omega, y caminando hacia dentro del enorme lugar.

—Buenas noches, ¿Tiene una reservación?— Preguntó la beta, que estaba en la entrada.

—Sí, a nombre de Park Jimin— La chica asintió.

—Claro, síganme, los llevaré a su mesa— Ellos aún tomados de la mano entraron, siguiendo de cerca a la mujer, quién los hizo subir una escalera, apartandolos de los demás comensales. Llegaron a la segunda planta, dónde sólo había una mesa en medio de aquel salón, Yoongi miro a Jimin y esté le sonrió y giño el ojo. —Aquí está su mesa, en un momento le mandaremos a un mesero para que tome su orden.

La mujer deja los menús en la mesa, hace una reverencia y sale de ahí.

—Ven, siéntate— Jimin jala ligeramente de la mano del Omega, invitandolo a sentarse, él sonríe de lado y lo hace, el Alfa se sienta enfrente de él. —Dime, ¿Te gusta?— Preguntó con una sonrisa.

No me sonrías de esa manera... duele el doble.

Yoongi se tragó sus palabras y asintió, para mirar detalladamente el lugar. un hermoso calendabro de techo, parecía que tenía varios rubíes formandolo y siendo sostenido por unos tubos de oro, las luces eran ligeramente amarillas, dándole un toque rústico y cálido, mientras que las cortinas eran de un color oro con negro, dándole más combinación al lugar.

—Sí, me gusta... es muy hermoso.— Confesó mirando el lugar, para después dirigir su mirada a él.

—Me alegra que te haya gustado, realmente estaba muy indeciso.— Confesó, ek Omega alzó sus cejas sorprendido y tomó la copa con agua que estaba en la mesa, llevándola a su boca para tomar del líquido.

—¿Porqué?

—Porque quería que está velada fuera especial— Yoongi lo miró, su mirada se volvió una triste, pero fingió.

—Pues, realmente lo lograste— Dijo, dejando la copa.

A los pocos minutos, el mesero llegó, tomó su orden y se marchó nuevamente, prometiendo traer su orden lo más pronto posible.

—¿Cómo te sientes?— Pregunto de repente el Alfa, haciendo que Yoongi lo mirara. —En la mañana dijiste que te sentías mal, ¿Cómo estás?

El Omega recordó las náuseas que había sentido, pero para decirle sobre el origen de estás, necesitaba decirle lo que su padre le había obligado a hacer, y él no iba a decirlo, no mientras Hoseok estuviera en peligro.

Alfa + Omega = Desastre • [JIMSU] • [Omegaverse] • [ADAPTACIÓN] • [COMPLETA] • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora