Alfa + Omega = Desastre • [JIMSU] • [Omegaverse] • [ADAPTACIÓN] • [COMPLETA] •

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ESPECIAL

—Myung Jun, el desayuno se enfría.— Las pisadas empezaron a sonar por las escaleras hasta llegar al comedor, dónde Namjoon levantó la cabeza y sonrió al ver a su pequeño llevar un lindo uniforme de universidad. —Agh, no puedo creer que ya estés en la universidad, pareciera que fue ayer cuando te dí a luz.— Sonrió.

—Oye, no quiero tener un trauma en plena mañana.— Rió y Namjoon se sintió orgulloso de ver la linda sonrisa que su hijo había heredado de él, porque sí, Myung Jun se parecía más a su papá Omega, que su Papá Alfa. Cosa que a Namjoon le encantaba. —Por cierto, ¿Y papá Seokjin?— Pregunto el pequeño Omega, mientras tomaba asiento en la mesa y empezaba a devorar los panqueques que su padre Nam, le había preparado.

—Tuvo que irse temprano, hubo un accidente con un niño y fue a atenderlo.— Explico, el Omega asintió y hablo, viéndose un poco cabizbajo.

—Un accidente, ¿Cómo el mío?— Namjoon levantó la mirada y la dirigió hacía la de su pequeño, quien lo miraba con ojos tristes y llenos de lágrimas. Namjoon le sonrió triste y asintió con pesar.

—Sí cariño, un accidente como el tuyo.— El Omega no dijo nada y se dispuso a terminar de desayunar, poco después, se levantó, se despidió de Namjoon y se marchó a la Universidad.

Namjoon sabía que su pequeño había quedado con un pequeño trauma por su debido accidente, pero no pensaba que aún lo tuviera presente y de eso, debía de hablarlo con su Alfa, Seokjin.

Mientras que Myung Jun, subió al autobús y pasó su tarjeta de crédito, siendo aceptada rápidamente, el Omega camino hasta el último asiento, sin mirar a ningún pasajero. Su mente divagaba sobre los recuerdos dolorosos y traumantes de aquel día. El día más horrible de su vida.

Parpadeó rápidamente, espantando a las lágrimas que amenazaban con querer salir de sus ojos, sorbió su nariz y miro por la ventana. Las nubes empezaban a volverse en primer plano y poco tiempo después, la lluvia cayó, él maldijo para sus adentros.

—No puede ser, no puede ser, se supone que el clima iba a estar soleado, ¿Qué rayos le pasa al pronóstico?— Entró en pánico al ver que ya estaba por llegar a su universidad, pero, él tendría que mojarse y entonces, habría problemas.

Mordió su labio inferior y sin más, se quitó rápidamente ambos audífonos que tenía en sus orejas, se levantó y pulso el botón de bajada. El autobús poco a poco fue bajando de velocidad, hasta que se detuvo en la orilla de la banqueta. Myung Jun bajo rápidamente y siendo cuidadoso, corrió hacia la banqueta y miro del otro lado de la acera, su universidad y varios alumnos entrando por la puerta principal. Mordió su labio inferior, y empezó a caminar hacia el otro lado.

Al estar cruzando la calle, no se dió cuenta del auto que iba hacia él y por más que hacia sonar su claxon, él no lo escuchaba. El auto encendió las luces y le hizo unas señales, las cuales hizo que Myung Jun girara su rostro y viera al auto que se aproximaba a él a toda velocidad. Su respiración se cortó, sus piernas se paralizaron y recordó la primera vez que le pasó lo mismo. Justo cuando tenía ocho años, su mayor desgracia.

—¡¡Myung Jun!!— Un cuerpo se arrojo y lo tomo de la cintura, cayendo cerca de la otra acera. Ambos cayeron en el sólido piso, claramente, el cuerpo de la otra persona, resultando con algunas rasguños de más. Myung Jun soltó un quejido y se levantó, sentándose y con un poco de esfuerzo, mirando el rostro de su salvador.

—¿J-Jinwoo?— Su voz salió a la perfección de su boca, pero sus oídos no lograron escucharlo, sintiéndose preso del pánico, como la primera vez.

El Alfa, alzó la mirada y vio al Omega temblar, llevar sus manos hacia sus orejas y empezar a sollozar con fuerza. Jinwoo miro con detalle sus orejas, percatandose de que no portaba sus auriculares auditivos, los cuales, le permitían escuchar.