VII.- Cazadores de Sombras

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Magnus se encontraba sentado sobre la cama del chica, si alguna persona entraba solo vería al castaño dormido. El brujo acariciaba con ternura el cabello del Stiles, quien había terminado dormido en el regazo del mayor.

Frente a ellos se abrió un portal del cual salieron varios cazadores de sombras, quienes miraron con preocupación al chico, en especial una pelirroja y un rubio.

— ¿Qué sucedió? ¿Por qué tuvo un ataque de pánico? — preguntó el rubio de ojos verdes, Jonathan Fairchild, primo y parabatai del castaño.

— Valentine volvió y eso desató su ataque de pánico, todos sabemos lo que ese hombre le hizo. Su trauma casi lo mata de nuevo, tenemos que asesinar a Valentine y no darle oportunidad de volver como lo ha hecho ahora. — les dijo Magnus de manera seria mientras dejaba que sus ojos de gato/brujo aparecieran.

— Ese hijo de puta, sabía que debíamos de encerrar su alma, las cosas hubieran sido más sencillas. — dijo Alexander Lightwood, novio de Magnus, entre dientes.

— Tranquilo, necesitamos ser inteligentes con esto. Desgraciadamente Valentine siempre tiene un plan y parte de el será torturar a nuestro querido castañito y eso no vamos a permitirlo. Cuando despierte tendremos que hablar con él acerca de lo que quiere hacer porque vamos a necesitar la ayuda de la manada. — dijo Clarissa Fairchild, prima de Stiles.

— Es verdad, sabemos como es Valentine y no servirá de nada hacer las cosas de manera precipitada, debemos ser tan listos como él, nos tenemos que convertir, de cierta manera, en él si queremos saber que es lo que planea y como lo va a llevar a cabo. — dijo el otro rubio, Jace Wayland, novio de Clary, hermano de Izzy y Alec.

— Me sorprende que cada vez que se trata de nuestro castañito te vuelves bastante inteligente. — su semblante cambio a uno serio — Debemos de arreglar esto lo más pronto posible, no podemos que Mica sufra más. — dijo Isabelle Lightwood, hermana de Jace y Alec.

Esa noche la familia de cazadores de sombras junto con el brujo más poderoso del mundo hicieron la misma promesa que habían hecho años atrás.

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Stiles se removió molesto cuando la luz del día le dio en toda la cara, abrió ligeramente sus ojos sintiéndolos algo hinchados y cansados; se encontró con la sonrisa de Alec quien lo miraba desde una silla al lado de su cama.

— ¿Cuándo llegaron? Solo recuerdo que me quedé dormido sobre Magnus después de que Valentine...

— Lo sabemos, esta vez las cosas serán diferentes y nos aseguraremos de que ese imbécil no vuelva. — le dijo Alec acariciando la cabeza del menor con cariño.

— Gracias. — respiró profundo — Fue un golpe duro y sorpresivo ahora que tengo otra vida, pero valentine verá que no soy el mismo niño débil e indefenso, cambié y podre enfrentarlo.

Ales podría no ser un cambia formas pero hasta él podía detectar la mentira que había soltado el chico que era como su hermanito, lo conocía bastante bien y paso junto con él esa época dura así que sabe cuando solo quiere mostrar una máscara que demuestre fuerza para no preocupar a los demás.

— Antes de eso, tenemos que hablar. — el menor lo miró con atención — Vamos a necesitar la ayuda de la manada, pero no será tan sencillo porque sabes como yo que no van a confiar mucho en "Sombra" por más que los ayude, siendo honestos yo tampoco lo haría. ¿Vas a contarles la verdad? Sé que ellos no te han contado que son una manada pero tú sabes lo difícil que puede ser contarle nuestro secreto a un humano y más a uno que amamos.

Stiles bajó su mirada a sus manos. Con su familia, con ellos, no podía fingir ser duro, por lo que podía actuar sin ninguna restricción, le gustaría poder hacer eso con la manada, pero no estaba seguro. Contarles acerca de su secreto significaba que poco a poco iban a querer saber más, sobre todo Derek, con eso descubrirían cosas que él había estado tratando de ocultar, ni siquiera su tío lo sabía y la verdad no quería hacerlo, era un tema casi tabú.

— Deja de pensar demasiado, nosotros apoyaremos lo que decidas. — sonrió levemente — Solo debes de escuchar a tu instinto y a tu corazón, siempre has sido bueno en eso.

No había mucho que pensar realmente, solo que no quería escuchar la respuesta, lo supo desde el momento en que llegó a ese pueblo y se dio cuenta de que todos a su alrededor eran una manada, no podía mentir, quería ser parte de esa manada.

— Lo tengo, creo que es lo correcto. — dijo Stiles jugando de manera nerviosa con el borda de la sábana.

— Eso es lo que quería escuchar, pequeño Mica. — le dijo Alec para después revolver el cabello del menor con cariño.

— Tenemos que reunir a los chicos y a la manada, yo me puedo encargar de ellos, no será tan difícil, espero.

Los cazadores no sabían como iba a reaccionar la manada y la verdad el mayor esperaba que todo saliera bien porque veía la emoción de su hermanito de pertenecer a ese lugar y no quería que esa ilusión fuera rota de manera cruel. 

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