Si me preguntan que haría por vos~Kirasaya

El secuestro más hermoso (Parte 1)

Pov Sayaka Igarashi:

El resto del día paso normal, yo conozco a la presidente y se que aveses es bastante extraña, pero la manera en que me hablo en el almuerzo para mi no fue normal, su voz sonaba distinta, me recondo a como ella actua cuando se excita en las apuestas, pero bueno no quiero darle más importancia a eso, al final de todo esto, es ella La presidente del consejo estudiantil.

Estaba en mi clase de Cs.Sociales, cuando me dieron ganas de ir al baño, me llevaba muy bien con la profesora por lo tanto no dudó en dejarme ir. Fui al baño y cuando me estaba lavando las manos, recidí una llamada, el tono de llamada estaba modificado por conctacto así supe quien era.

-Hola-Contéste iniciando la llamada.

-¡Hola!, me olvide de pargar la cuenta de la luz y me la cortaron ¿Me puedo quedar en tu casa miéntras me la ponen devuelta?

-¡Claro!, pero háceme un favor.

-¿Si?

-Cuando llegues, saca a Mia a pasear un rato en el jardin del edificio o a la plaza porfa.

-¡Por supuesto! Sabes que por esa perrucha haria lo fuera.

-Jajaja, bueno, te veo allá después de la academia ¿Tenés las llaves?

-Obvio.

-Perfecto, Bye.

-Bye y muchas gracias.

-El siempre se olvidaba de pagar la cuenta de la luz, que tonto jaja, bueno no importa.

Aprovéche que no habia nadie en el pasillo, así que saque mi vape y empeze
a fumar miéntras caminaba devuelta al
salón.

La clase paso normal, yo ya me sabia todos los temas porque siempre me adelantaba, cuando termino decídi no quedarme en consejo y simplemente irme a casa para poder dormirme u a siesta, ya habia terminado todo mi trabajo pendiente así que decídi no quedarme como de costumbre. Camine hasta la oficina de la presidente para buscar mis cosas, llegue y toque la puerta.

-¿Quien es?- Se me hizo raro que preguntara quien era y no simplemente decir que pase.

-¡Soy Sayaka!- Respondí, cuando hice eso dentro de la habitación no se escucho nada lo que era más extraño.

-Pasa- Respondío finalmente.

Cuando entre ví que la presidente estaba en llamada mirando su acuario no quise molestarla, así simplemente tome rapido mis cosas y cuando estaba en la puerta apunto de irme, ella me hablo dejandole de prestar atención a su celular.

-¿Ya te vas? ¿Tan temprano?- Me dijo haciendo una cara de tristesa fingida.

-Si ,tengo cosas que hacer, ¡Hasta mañana presidente!-Dije saliendo de la oficina.

-Si... hasta mañana.-Me resondío cuando sali de ahi.

Camine hasta el estacionamiento de la academia y me subi a mi auto, tuve que conducir unas cuantas cuadras y llegar a un semaforo para cuando me di cuenta que habia alguien en la parte trasera del auto, no tuve tiempo de gritar cuando esa persona me puso un trapo en la boca y fue ahi donde quede inconsiente.

Desperte tiempo después, mis primeros pensamientos fueron que ya me habian violado tres veces y estaba en vuelto a Europa, donde me habian a obligar a casarme con un hombre rico, pero al analizar en lugar me di cuenta de algo, era una habitación grande, con un acuario en una esquila,las ventanas estaban cerradas y venas alumbraban a pieza, estaba en una cama con sabanas de color rojo pasión y petalós de rosas rojas. Giré mi cabeza al otro lado y ahi estaba, La presidente, sentada en una silla, mirandome con unos ojos llenos de deseo.

-¡AY! ¡PR-PRESINDENTE! ¡¿DONDÉ ESTOY?!

-Tranquila pequeña, estas en mi casa... en mi cuarto.

-¡¿Us- ust- USTED ME SECUESTRO?!

-Si presiosa, pero fue por una buena razón-Dijo tirandose encima mio y agarrando mis manos.

-Sayaka, mi amor, estoy harta aguantame las ganas, las ganas de besarte cuando te sientas al lado mio, las ganas de abrarzarte cuando llego al consejo, las ganas de comerte cuando estamos solas en mi oficina, pero sobre todo. Estoy hasta de que los chicos se te queden mirando con deseo y yo no pueda hacer o dicirles nada porque no tengo justificación, de que la gente no respete mi territorio y te hablen o toquen sin nada que se los impida. Hoy les demostrare a todos que tu eres mía, te hare mía.

Me quede atonita con esas palabras y simplemente asintí con la cabeza, dandole permiso de hacer lo que quiera, al fin ni al cado yo tambíen queria.

Siguiente Capitulo: El secuestro más hermoso (Parte 2).