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Kate terminaba de preparar el desayuno, había pasado casi una semana desde que llegaron a Australia y su hijo seguía negándose a salir de su habitación.

Colocó la porción de Jisung en una charola de madera y subió por las escaleras, cada paso que daba resonaba en la madera que cubría todo el piso.

"Jisung hijo" tocó dos veces a su puerta, intentó abrir pero seguía con seguro "Te traje el desayuno, ábreme por favor".

"Quiero irme"

Kate estaba segura de que el mellizo estaba muy cerca de la puerta, de otra manera hubiera sido imposible escuchar ese susurro.

"Es por tu seguridad Sung"

Kate dejó la charola en un mueble que estaba en el pasillo, pegó su oreja en la puerta y recargó sus dos manos en ella.

"¿Por qué me mentiste?"

La voz entrecortada de su hijo le provocó un gran dolor en el pecho.

"Te prometo que vas a regresar a Corea algún día cuando todo haya terminado"

"Si no es ahora, no tiene sentido"

Kate no aguantó más y se fue sin preocuparse de la comida, salió de la casa para encontrarse con el jefe de seguridad.

"Necesito que vigilen mejor la casa y a Jisung" explicó "Si es necesario, quiero que alguien cuide su puerta, estoy segura de que va a intentar escapar".

El hombre asintió y al instante dio órdenes de cambio de rutina y posiciones.

"No se preocupe señora Hwang, todos están bien capacitados y no van a descuidar al joven Jisung y mucho menos exponerlo a algún peligro"

Kate entró de nuevo a su casa y recogió la cocina, el hambre se había esfumado y sus pensamientos impulsivos la hicieron lanzar un vaso contra la pared.

Uno de los cristales alcanzó a cortar su mejilla.

"Mierda" se dejó caer en un espacio libre y lloró desconsoladamente.

Hacía ya mucho tiempo que no convivía de cerca con ninguno de sus hijos, jamás pensó que todo cambiaría tan drásticamente.

Estuvo ahí por más de una hora, se levantó para buscar algo con que limpiar la pequeña herida en su rostro.

Ya en la noche Kate intentó de nuevo llevarle algo de cenar a su hijo.

"Si no me dejas pasar, abriré a la fuerza"

Al no haber respuesta le ordenó al guardia que cuidaba de él que lo hiciera.

El ruido de la manija rompiéndose fue horrible, pero Jisung ni siquiera se inmutó. Kate por fin pudo verlo, estaba acostado en su cama debajo de las sábanas y cubierto hasta la cabeza.

Tenía miedo de acercarse y que la reacción de su hijo fuera dolorosa.

Agradeció al guardia y cerró la puerta, o lo intentó.

Se acostó en el lado libre de la cama, su hijo estaba acostado de tal forma que le daba la espalda. Se acercó aún más y dejó su cabeza recargada en la nuca de Jisung.

"Amor" habló bajo y despacio, abrazó suavemente al menor para darle comodidad y mostrarle que ella estaba ahí "Perdóname por mentirte. Pero no quiero que vuelvas a sufrir" tuvo que tragar ese nudo de dolor en su garganta "Vas a estar bien, vamos a estarlo" corrigió.

Después de unos minutos se atrevió a bajar las cobijas que cubrían el rostro del menor, pudo observar su lindo cabello castaño y lo escuchó sollozar, no hizo el intento de hacerlo voltear, simplemente lo abrazó más fuerte y dejó que desahogara todo su dolor.

VENDETTA | MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora