Un muro de piedra se abrió y entramos a la base y quedé boquiabierta.
Para ser una base militar era inmensa, realmente era una ciudad más.
Habían varias personas en las calles, casi todos llevaban el uniformes camuflado azul claro.
Habían pequeñas cabañas a los costados, cada una tenía una numeración.
—Bueno creo que hasta acá llegamos, no podemos avanzar más, así es la regla— Dijo Tomas.
—El edificio principal no queda lejos así que no te preocupes Kat.
Era increíble como cambiaban las cosas aquí adentro. Afuera era miseria, cenizas, muertos, no quedaba nada de lo que algún día llamamos hogar o mundo, en cambio aquí es como si la guerra nunca hubiese llegado, se podía ver el cielo azul, los árboles intactos, las casas en perfecto estado, no había cenizas, no había cadáveres en ningún lado.
Sonreí por mis adentros, por fin estaba segura, por fin podría dormir tranquila, no es que mis problemas ya no me atormentarían nunca más, sabía perfectamente que Susie podría estar en algún lugar lejos y posiblemente en peligro, pero al menos ya no debería preocuparme en sobrevivir, solo debería buscar la forma de encontrarla.
Todavía no tenía un plan concreto, debía saber bien quienes eran nuestros enemigos para recién idear un plan y encontrarla ¿Porque de qué manera podría enfrentarme a ellos si nisiquiera sabía quienes eran?
Por pensar demasiado no me había percatado de que ya estábamos entrando a un edificio, seguramente el principal.
Entramos a un ascensor y esperamos, ahí es cuando me dí cuenta que Tom ya no estaba con nosotras.
—¿Y Tom?
—Lo llamaron para que valla a resolver uno asuntos del Grupo de rescate— dijo—Bueno Kat, llegamos—sonrió.
Las puertas del ascensor se abrieron, caminamos por un pequeño pasillo hasta llegar a una puerta, la cual Sam tocó con la mano para que abrieran.
—Hola Victor— dijo Sam.
Victor era un chico de más de veinte años con expresión seria, también llevaba el uniforme, era rubio y rapado y tenía una placa de identificación la cual no pude llegar a leer. Recuerdo que Tom lo nombró cuando discutía con Sam.
—Por fin llegas Stevens, demoraste mucho.
—Yo no fuí la que condució, fué Tom que manejaba como abuelita, después tomé yo el volante y llegamos rápido— sonrió triunfante.
—Eso no importa ya— La vista de Víctor se posó en mi— ¿Miller no es así?— Asentí— Pasen que Patrick ya las está esperando, yo debo irme a seguir entrenando a esos adolescentes inútiles.
Y se fué. Si que parecía serio y más por su aspecto físico. Victor era alto y delgado pero musculoso y eso le daba un aire intimidante.
En esa sala había una mesa ovalada donde se encontraban cinco personas. Una de ellas se levantó. Sam y yo caminamos hacia ahí.
—Comandante, la misión fué todo un éxito, ella es Katherine Miller.
El comandante me miró—Bienvenida a la Base del Este, Miller— Estrechó mi mano— Yo soy el comandante Edward Patrick.
—Muchas gracias— sonreí. Sinceramente no sabía que decir, había dejado de relacionarme con personas hace dos años, si ignoramos a Eric y Giulia.
—Stevens ¿podrías retirarte?
— Si comandante— dijo y se fué de la Sala.
—Bueno Miller debería explicarte como funciona todo—Dijo el comandante que por cierto era una persona muy joven al igual que Victor— Para empezar, ellos son los especialistas de la base— dijo refiriéndose a las personas que estaban ahí.
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Ciudades En Llamas
Science FictionDicen que la vida de un adolescente normal se resume en preparatoria, fiestas, amigos, salidas, más permiso, diversión y encontrar a tu primer amor. Temo decir que esta no es una historia de una adolescente normal, porque nos arrebataron esa oportu...