A CHIRITMAS BABY- Emiliaco Finalizada

|Y-|

|Epilogo|

|Casi dos años después|

La mañana de ese 25 de diciembre era tan helada como de costumbre en la ciudad de Doncaster, y además de ser navidad también era el cumpleaños número 5 de Matty. Este año decidieron pasar solamente los tres las festividades pero tenían planeado más tarde ir a lo de Anne a festejar con ellos y su cachorro.

El sol se escondía detrás de las densas nubes grises, y la claridad del día se filtraba en la habitación de Emilio y Joaquín, siendo que el alfa se encontraba boca arriba con un durmiente omega sobre su pecho, las mantas por encima de ambos creaban el perfecto ambiente cálido entre ambos cuerpos.

Estos dos años habían sido más que fenomenales, habiendo afianzado su relación. Emilio amaba a su omega y Joaquín amaba a su alfa, Matty amaba a sus padres y estos a él.

La novedad radicaba en que, ahora, Matty era oficial y legalmente Matthew Bondoni Marcos. Luego de un proceso de adopción, Emilio se había convertido en su padre legalmente y ahora llevaba su apellido.

Primeramente, cuando Joaquín le dijo que era momento de plantearse la posibilidad, si el quisiera, de ser su padre ante la Ley por supuesto que Emilio no había dudado ni un segundo en aceptar. Decidieron hablarlo con Matty y explicarle porque si bien este era muy pequeño cuando sucedió, el cachorro entendía mucho más de lo que uno podría esperar para alguien de su edad.

"El mismo apellido que papá," murmuró cuando se lo dijeron y Emilio podía sentir sus ojos arder "¡Quiewo ser Marcos como papá!"

Y así fue, un par de meses después allí estaban ellos, con una nueva partida de nacimiento que rezaba el nombre de Joaquín y Emilio como sus padres, y en ese momento sí que el alfa había llorado inevitablemente, la emoción y alegría consumiendo su interior porque al fin el mundo sabría que Matty era suyo. Su cachorro.

Los llevó a almorzar y tomar helado para celebrar.

El teléfono celular de Emilio comenzó a sonar en la mesa de noche, haciendo que la pareja gruña por lo bajo.

Joaquín se despertó primero, viendo que su esposo no realizó ningún movimiento para atender.

"Emi, atiende el teléfono alfa," murmuró, pero Emilio seguía durmiendo.

A veces Joaquín lo envidiaba porque podía dormir aun cuando había ruidos fuertes, en cambio él tenía el sueño muy ligero.

Gruñó, estirando su cuerpo y siendo él quien tomara el celular en sus manos.

"Hola," contestó Joaquín. "Si, es su celular. Soy su esposo...si, Joaquín," el Alfa lo vio sentarse más regido en su lugar, abriendo los ojos grandes y asintiendo con la cabeza. "Por supuesto, Margaret. Si, si. Tengo que hablar con Emilio, pero estaríamos dispuestos," aseguro. Cuando Emilio escuchó ese nombre también se sentó, repentinamente el sueño se había ido. "Podemos ir enseguida, ¿Estarás allí? Oh, bien. Adiós."

Joaquín se quedó en silencio, mirando la pantalla del celular por varios segundos. Emilio sentía los nervios comer su estómago.

"¿Qué sucedió? Era Margaret... ¿Qué...?"

Joaquín giró el rostro hacia su alfa, y una sonrisa triste apareció en sus labios.

"Maggie me acaba de decir que hay dos niñas huérfanas. Se encuentran en el hospital, y ella pensó en nosotros...quiere saber si estamos dispuestos a recibirlas."

Emilio tenía la boca abierta en sorpresa.

Joaquín se lo quedó viendo, pensando en el momento en que decidieron ser padres nuevamente y quizás... quizás hoy sería el día.