El espejo ||Puzzleshipping||

Capítulo 11: Reencuentro (Parte 1)

–Pov Yami–

Debes hace ayer me decidí por completo a encontrarme de nuevo con mi abuelo, no mentirle, estoy nervioso por lo que obviamente le voy a decir, no es fácil lo que pensaba decirle.

Aparte ¿Me iba a creer?.

Imagínate que de la noche de la mañana llegue tu nieto y te diga que encontró a tu primo que murió hace años, para decorar que estaba adentro de un espejo.

Lo más seguro es que voy a lograr que me lleven con un psicólogo. 

O peor, a un manicomio.

Mirada por la ventana la carretera, mis padres y yo llevamos ya unas horas en el carro, mi abuelo no estaba muy lejos. Estaba en un viaje de negocios cerca, no iba a durar mucho, ya que en dos días se iría de nuevo a Tokyo.

Por al menos se encontraba cerca y nos ahorramos el viaje en avión.

Durante el camino pensaba en las palabras que le diría, no podía llegar así no más y decirle las cosas a lo directo, no era correcto y solo lograría que llamará a seguridad.

¡Pero no es fácil!.

No encuentro la forma sencilla de decírselo, menos que me fuera a creer, todo era como un dolor de muelas.

¿Porque esto me debe pasar a mi?.

—Llegamos.

Apenas oír a mi padre procedimos a bajar del auto, el lugar era sencillo, era más bien un jardín con un teatro en medio de las flores y los árboles, había gente acomodando sillas, otras ponían adornos. Dudaba mucho que fuera una reunión, pues parecía una fiesta o una obra de teatro.

Mis padres se pusieron a preguntar por dónde estaba mi abuelo.

Yo por mi lado no tarde en verlo.

Lo vi en la parte del jardín donde no había gente, parecía está tranquilo mirando las flores y los pájaros que pasaban por el lugar. No sabía cómo acercarme, ¿Debía empezar por un "hola"?.

—Yami, sé que estás ahí.

Una de las cosas que me chocaba de mi abuelo era que me conocía muy bien. Y no tardó en voltear para verme.

—¿Eres adivino?—tan solo dije eso.

—Quizás—sonrió—Llevo ya cuatro años sin verte, ¿Cómo éstas?.

—Bien, solo con algunos problemas, ya sabes—hice una tos falsa para cruzarme de brazos—Cosas de adolecentes, nuevos amigos, encontrando cosas viejas...

—Ah cierto que te mudaste, ¿Se te es difícil?.