Casado y con hijos [YM].

⭐De biberones y de peleas furtivas⭐

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La mañanas eran heladas y por eso el Omega se encontraba en su cómoda cama abrigado de las sábanas de seda color violeta y reconfortado del olor de su esposo, pero unos quejidos audibles se escuchó en la habitación hasta que unos lloriqueos lastimeros resonaron en la habitación. Su alfa se removió dejando de apresar su cuerpo entre sus brazos, se levantó de la cómoda cama sin colocarse las pantuflas llegó a la cuna blanca de madera con dibujos de osos.

Le quitó la manta en su cuerpo pequeño cubierto de un enterizo felpudo por la temporada de invierno, lo cogió en sus brazos dejando de llorar al sentir el olor de su padre alfa, solo dejando pequeños hipidos por el reciente llanto.

–¿Amor, qué hora es?– murmuró el Omega somnoliento restregando sus ojos con su puños. El Alfa azabache observó el reloj de luz en la cómoda.

–Son las cuatro y media de la madrugada– contestó arrollando al bebé de siete meses más que despierto teniendo su puño en su boca babeandolo. Jimin asintió y empezó a desabrochar los botones de su camisa de pijama amarilla.

–Es su hora de comer– bostezo adormilado y dejó su pezón al descubierto extendiendo sus brazos para que le diera de comer.

El azabache se sentó observando como su hijo succionaba el pezón de su esposo.

–Yoongi, no mires me da vergüenza– murmuró cohibido con sus mejillas sonrojadas. El Alfa se rio negando con su cabeza.

–Tenemos cinco años de casados, diez hermosos cachorritos y todavía no te acostumbras a mí– exclamó fingiendo indignado. El bebé balbuceo cuando libero el pezón de su padre Omega, su boca pequeña y rosadita manchada de leche.

Jimin sonrió dándole un beso en su frente y su lindo bebé removió sus bracitos de felicidad, le limpió su boca con una toallita húmeda que había sacado en el paquete en la cómoda.

–Me voy a bañar tengo que llegar temprano a la junta de hoy– Yoongi se levantó de la cama sonriendo por la escena y el aroma cálido instalado en la habitación. Jimin asintió viendo la hora.

Las cinco en punto también tenía que levantarse para preparar las meriendas de sus cachorros que van a la escuela. Suspiró viendo a Min Hyunjin, el único cachorro bebé de meses, estaba ya dormido profundamente.

Se levantó de la cama con cuidado para no despertar a Hyunjin y lo acomodó en su cuna grande por ser un bebé gordito y bien alimentado. Al nacer había pesado ocho quilos un peso anormal, pero para él no, su bebé grandecito y regordete muy bonito con su nariz de botón como la suya.

Se sacó la camisa por completo dejando su torso desnudo, una sonrisa pícara se instaló en él y se dirigió al baño donde se escuchaba la regadera encendida. Abrió la puerta viendo la silueta de su esposo por la puerta de cristal llena de vapor.