Casado y con hijos [YM].

⭐Un Panda con desdichas y malas rachas ⭐

Pt2.

Los niños seguían jugando en la playa, Jimin se le la había unido; sin embargo, estaba sentado adentro de la sombrilla donde los rayos del sol no lo toquen. Suspiro acariciando brevemente su vientre con un leve bulto y sonrió cuando Yoongi salía escapando por Hueningkai que tenía un cangrejo en la mano.

Los días donde estaban sus hijos junto a su alfa era lo más lindos y especiales en toda su vida, los tenía guardado celosamente en su corazón, esos momentos jamás, nadie, se los quitaría. Los atesoraria para toda la vida y sentir que jamás iba a volver a sentirlos y presenciarlos con la noticia que le había dicho anteriormente el doctor. Bajo su mirada a su vientre y sonrió tristemente siguiendo con las caricias.

Todavía no quería que su castillo construido junto a su Alfa se derrumbara, no lo quería...

—¿Qué haré pequeños bebés?— les dijo cuando una lágrima solitaria cayó rodando hasta su mejilla. Lo que le había informado el doctor le había destrozado...estaba su elección de que si vivieran sus cachorros o él porque su embarazo era muy delicado, el doctor le había dicho que su cuerpo no podía soportar las horas en el parto por ser cuatro cachorros que en cada minuto su cuerpo se debilitaría hasta ya no poder abrir sus ojos; sin embargo, había una leve esperanza de que el parto saliera bien si el Omega de panda soportara.

—¡Jiminie!— se esposo le grito haciendo que él levantara la mirada en un instante y sonrió cuando Yoongi estaba saludandole adentro del mar. Alzó su brazo derecho saludándolo también—¡Te amo hermoso!— Jimin rio suavemente sonrojandose en el proceso, su Alfa era tan lindo.

—¡Mami, te quiero!— fue el turno de su hijo mayor, Jungwon y después le siguió Hueningkai haciendo que al Omega le brotarán lágrimas de sus ojos por el amor que le tenían.

—¡Te queremos mami!— sus nueve cachorros gritaron al unísono haciendo sollozar a Jimin que cubrió sus labios dejando que sus lágrimas salieran como cascadas.

No sabría decir que los extrañaría tanto.

—¡Y yo los amo demasiado!— grito sollozando, el embarazo si que lo volvía sensible.