Desde esa noche, la familia midoriya comenzó a actuar extraña alrededor de izuku, su madre y una de sus hermanas mostraban preocupación por el, por otro lado, su padre y otra hermana no cambiaron en lo más mínimo, el cambio de actitud de izumi e inko es algo que comenzó a volverse molesto para el pecoso, estando acostumbrado a ser ignorado, de repente que muestren preocupación por el llegaba a irritarlo. Más cosas para recalcar, el pecoso cada vez que dormía veía a esa imponente criatura que vio cuando aparentemente murió la primera vez, esa criatura que sería la pesadilla de cualquiera, es la misma que siempre lo abrazaba como una madre
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Izuku no tiene la menor idea de cómo se llama esa criatura, o si siquiera tiene un nombre, lo que siente es su presencia cada noche, cómo si la luna marcara su presencia sobre el pecoso lo único que le hace creer a izuku que no está soñando es la extraña marca que la criatura dejo en su brazo derecho
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Esa marca, trajo algunas consecuencias raras para el pecoso, extrañas palabras tenían sentido en su mente, cómo algo llamado elden ring, otra cosa a recalcar de la marca, es que desde que la tiene, ningún lugar se siente seguro excepto el taller, en ese lugar solitario, es donde la luz de la luna, el completo y absoluto silencio y los mensajeros, cómo decidió nombrarlos izuku, es donde su cuerpo y mente se sienten seguros, por lo que no fue raro para el pecoso el empezar a pasar más y más horas en ese lugar, de hecho, ahora mismo está disfrutando de un té, mientras los mensajeros le preparan un Souffle con mermelada
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