Dos días después.
El sonido de las máquinas del hospital eran bastante ruidosas, todos sabían eso, pero para un paciente con dolor de cabeza podías ser mucho más que sólo ruidosas. Izuku lo confirmaba en esos momentos mientras estaba acomodado en una camilla de hospital, a pesar de no ser necesario que estuviera allí porque solamente había recibido dos disparos y Chiyo misma se había encargado de sacar las balas antes de coserlo como muñequito de trapo o así se lo hizo ver la mujer que sólo buscaba hacerlo reír o al menos sólo sonreír, no lo logró y todos sabían que era porque se sentía molesto y triste al mismo tiempo por haber sido traicionado de aquella manera por Tomura.
Nadie, de los que habían estado presentes en aquella misión y que tenían conectados sus auriculares al micrófono de Izuku, habían contado lo que Tomura mismo le respondió al pecoso cuando éste le preguntó por qué lo había traicionado, todos debían esperar que fuese el mismo Izuku quien contara aquello para que pudiera liberar todo el dolor que sentía tras ser traicionado porque la molestia ya la había descargado el día anterior con Dabi, Himiko y Jin, quienes eran los únicos tres que quedaban de aquel grupo que había salido de la organización del fuego, el trío simplemente se mantuvo en silencio, dejando al pecoso liberarse antes de hacerle la promesa con sangre para jurar por su vida que de ellos no saldría una traición a futuro y, aun así, Izuku no sabía si confiar a pesar de haber aceptado sus juramentos con sangre antes de despacharlos de su habitación de hospital.
Chiyo, quien había escuchado los gritos furiosos del menor y la salida de aquellos tres, entró nada más para regañar al pecoso antes de devolverlo a la camilla para que los puntos no se le fuesen a soltar, importándole poco y nada que Izuku la viera molesto por no obedecerle, aun así el peliverde terminó obedeciendo la orden de la mujer mayor porque aunque estuviera furioso, aun le tenía respeto por todo lo que había hecho por su madre y por él mismo todos esos años. Y, aunque el primer día le había hecho caso en el primer regaño hecho, para ese segundo día no había podido hacerlo ceder, incluso ya iban siete veces en las que ha visitado la habitación del líder y lo ha mandado a acostar, para la octava vez que entró, lo tuvo que amarrar de pies y manos a la camilla con total seriedad.
“Eso evitará que me sigas desobedeciendo, Izuku.” Pronunció la mujer antes de revisar los puntos y cambiar el suero que le colocaba cada vez que se lo soltaba. “Te vuelvo a ver de pie o pidiéndole a alguien que te suelte, atente a las consecuencias cuando te encuentre. ¿Te queda claro?”
“Sí, sí. Muy claro.” Respondió Izuku palideciendo ante la amenaza de la mujer mientras tragaba saliva, no sabía quedarse quieto y eso estaba más que claro. “Chiyo ¿cómo sigue Tenya?”
Un suspiro salió de la anciana por el cambio de tema que le hacía el pecoso para escapar del regaño, pero sabía que también preguntaba porque estaba preocupado, así que no le negó la respuesta.
“Ese es otro necio y terco más que no se sabe quedar quieto, lo tengo amarrado en su camilla también desde hace dos días.” Contó mientras se cruzaba de brazos antes de continuar. “Desde que supo que te dispararon, se volvió loco y quiso venir a verte, obviamente no lo dejé porque su herida es peor que las tuyas y si se mueve demás, se van a soltar sus puntos y yo le voy a jalar las orejas por desobedecerme.”
“¿No puedes hacernos compartir habitación?” Cuestionó Izuku queriendo tentar el corazón de la anciana que aparentaba dureza y seriedad, aunque muy en el interior sea una abuela tierna y consentidora.
“¿Si lo traigo prometes que no se van a mover de la camilla?” Cuestionó Chiyo seriamente, en verdad que no le gustaba amarrar a sus pacientes, pero a veces no le quedaba de otra porque estos no cooperaban con ella.
ESTÁS LEYENDO
Bulletproof [IiDeku]
FanfictionPublicado: 06 - 01 - 22 Terminado: Iida había estado guardando sus sentimientos hacia Izuku en secreto por muchos tiempo, hasta que los dejó escapar en una discusión con el pecoso y terminó huyendo del lugar por la vergüenza. Izuku también guarda u...