- Bueno Samuel, te dejo todo a vos. Yo ya me tengo que ir. ㅡ Me levante de la silla y me dirigí a la salida de nuestra oficina.
- ¿Dejarme todo a mí? ㅡ Samuel soltó una pequeña carcajada. ㅡ Yo me voy detrás tuyo, tengo que salir temprano hoy por unas cosas.
- ¿Eh? ¿Qué cosas? ㅡ Me detuve de repente.
- Qué. ㅡ Samuel me miró extrañado.
- ¿Qué?
- Te importa. ㅡ Comenzó a guardar sus cosas en su maletin.
- Uh, sos un...-
- ¿Sabes algo gringo? En todo este mes que vamos trabajando juntos, me di cuenta de dos cosas. Uno, realmente eres muy estresante y, segundo, te distraes por todo y siempre se te hace tarde. ㅡ Señaló el reloj que marcaban las 12:10 am.
- ¿QUÉ? YA ES LA CUARTA VEZ EN EL MES. ㅡ Salí con urgencia de la oficina, cuando estaba por la salida del lugar, unos compañeros me detuvieron.
- William, justo estábamos hablando de vos. ㅡ Dijo uno de ellos.
- ¡Sí! Y de tu compañero... Que tortura, ¿cierto? ㅡ Dijo otro.
- Se creen el importante solo por ignorar a todos, ese tipo de personas me dan asco. ㅡ Le respondió otra chica.
- Disculpen, ¿Acaso ustedes lo conocen a Samuel? ㅡ Pregunté.
- No, para nada. ¿Te imaginas? ㅡ Dijeron todos a la vez, murmurando otras cosas.
- Oh, ya veo. O sea que solo lo insultan ¿y ya? ¿Sin tomarse el tiempo de conocerlo? ¿Acaso ustedes saben por qué él es así? No digo que yo lo sepa, pero en vez de insultar a su compañero, ¿por qué no se dedican a trabajar que es lo que tienen que hacer? Deberían tener más respeto a las personas de su entorno. Ustedes... Realmente me repugnan.Samuel se detuvo justo detrás mío. En mi cabeza me preguntaba mil veces si es que había escuchado todo lo que esos chicos dijeron. Él se limito a decir: "Con permiso, tengo prisa." Y abandono el lugar, al igual que yo. Al día siguiente, cuando entré a mi oficina, había un pastel de manzana justo en mi escritorio.
- ¿Y esto? ㅡ Pregunté.
- Ah, es algo que preparo mi hermana. No sé, a mí en lo personal no me gusta mucho lo dulce, pero creo que a ti si. Bueno, sería raro si no es así, siempre tienes una bolsa de caramelos en el escritorio.
- ¿O sea que me lo puedo comer?
- Si quieres.
- Ohh, gracias. ㅡ Comencé a comer el pastel. Mis mejillas se enrojecieron y mis ojos brillaron. ㅡ ¡Pero si esto está buenísimo! Dile a tu hermana que cocina muy bien. ¿Cómo no vas a querer comerte esto? Esta riquísimo.
- No sé. ¿De verdad te sonrojas cuando comes? ㅡ Me preguntó.
- No la verdad. Solo es porque esto esta muy bueno.
- Ah, que bueno que te guste.
- ¿Sabes? no eres tan malo como muchos dicen. Solo te haces el emo.
- ¿Sabes? Cuando te conocí pensé que eras un maniático con problemas maternales.
- ¿Y...?
- Y lo eres.
- ¿Por qué sos tan mierda?
- Vos empezaste, me dijiste emo. Pero, fuera de broma, ni me conoces, no puedes decir esas cosas cómo: "No eres tan malo como muchos dicen."
- Tenes razón, por eso voy a ir a la noche a casa de tu novia con Alice, para conocernos mejor. Va a ser una fiesta de cuatro.
- Vos decis las cosas a muy libre mala interpretación.
- Vos lo mal interpretas porque sos un estúpido.
- ¿Cómo?
- Llora.Cuando cayó la noche, Alice y yo nos dirigíamos a la casa de Melany. En realidad, ella no me dio explicaciones del por qué quería que vayamos a su casa, solo me había dicho: "Quiero hacer algo divertido hoy, así que puedes venir si quieres con tu amiga también." Así que pensé que ir no sería tan mala idea. Mientras estábamos caminando, me percate que llevábamos recorriendo la misma cuadra tres veces seguidas, sin encontrar el camino que llevaba a la casa de Melany.
- William, no te quiero asustar pero... ㅡ Interrumpí a Alice.
- Sí, ya se que estamos perdidos.
- A vos solamente se te ocurre venir caminando en un barrio tan peligroso. Si es que nos llegan a asaltar, me mato antes de que los ladrones lo hagan, y cuando sea un fantasma te voy a torturar para toda tu vida diciéndote que fue tu culpa.
- Alice, no ayudas.
- Lo sé, lo siento. Solo que me pone nerviosa estar en este lugar de noche.

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No te va a gustar.
RandomDos chicos trabajadores cruzan sus vidas de forma extraña, generando discusiones y peleas entre ellos. Acompáñame a ver como se hacen amigos, al punto de querer conocerse muy profundamente. Pero, ¿querrá la vida que solo sean amigos? Vamos a averigu...