sentimientos | rodrivan

dos

La cocina estaba hecha un desastre e Iván le estaba agarrando un colapso mental. Sus amigos no cerraban el orto y Rodrigo era uno de ellos.

— pero boludo, lava las papas antes de cortarlas, tarado, ¿no ves que están todas sucias?— Rodrigo le reclamaba a su amigo de su misma estatura. Parecían un minion y un pitufo peleándose entre sí.

— y bueno tarado, si me tenés acá hablando como un loro contándome como te querés chapar a Iván, me re distraes.

Iván había escuchado eso perfectamente pero se hizo el boludo. Carre le empezó a reclamar por algo que no era cierto; básicamente le estaba comentando casi susurrando cómo se sentía cuando pasaban aquellas cosas contadas anteriormente.

— dios, está indundado de putos este lugar.— Angie apareció, para buscar el aceite.— ¿hago las milas ahora?

— no, tarada.— Iván habló después de un rato.— hay que poner a hervir las papas primero y cuando estén mas o menos listas te pones a hacer las milanesas.— se acercó a la mesada, viendo como los de pequeña estatura peleaban por quién iba a cortar las papas.— encima estos tarados del orto que estuvieron dos horas pelando las papas.

— eu, yo pienso que le dejemos todo a Iván y a Rodri. Tomi es una chota para cortar las papas.— esta vez habló Brisa, la que estaba cómodamente apoyada en la barra cebando mate mientras veía divertida el escándalo que estaban haciendo.

— ¡pero si se ponen a hervir! No vamos a hacer papas fritas.— Tomás reclamó.

— y por eso tarado, cortas para el orto las papas y hay que cortarlas casi iguales así se cocinan al mismo tiempo.— el más alto le arrebató el cuchillo a su amigo, mientras este se quejaba y se secaba las manos con un repasador.— Ro, mientras las corto anda lavando las otras.

— bueno Iv.

Los tres que habían quedado ahí, sintieron como el ambiente había cambiado por completo cuando esos dos trolos se habían puesto para cocinar juntos. Notaron el cambio de tono de la voz de Iván a dirigirse a su amigo, y la leve sonrisa al verlo. Decidieron que era mejor retirarse lentamente para dejarlos solos.

Rodrigo había terminado con su trabajo y observaba atentamente como su amigo cortaba las papas, llegando así a centrarse en sus manos. Esas manos pálidas, finas y bonitas las cuales siempre buscaba una excusa perfecta para agarrarlas y endredarlas con las suyas; lo que provocaba la risa en Iván, esa hermosa risa, haciendo un chiste de lo gay que era su amigo por agarrarle la mano.

Elevó la vista, justo cuando el contrario giró su cabeza. Y ahí estaba de vuelta, esos momentos juntos dónde se miraban a los ojos con esa intensidad, creando un tenso hilo que lo deberían cortar dándose un beso. Diez segundos fueron suficientes para que Iván desvíe la mirada y empiece un tema cualquiera de conversación, haciendo que ambos se sientan un toque inquietos y apenas incómodos.

— ¿ya está el agua?— preguntó Iván, el castaño fue a ver la olla y sí, ya el agua estaba hirviendo.— piola.

Mientras el más alto agarraba la tabla de madera junto con la mayoría de las papas cortadas encima, a Rodri le dió por acercarse y apoyar su mejilla en el hombro ajeno, mientras su brazo posaba en el otro. El corazón de Iván empezó a latir un poco más rápido por ese simple contacto. No lo iba a admitir, pero le agradaba cuando su amigo se acercaba de la nada a hacer estas cosas o simplemente abrazarlo.

Las papas cayeron al agua y después tapó la olla con la tapa. Rodri se separó cuando Iván se quiso alejar de la cocina.

— voy a limpiar esto, un re desastre hice con Tomi para pelar papas.— dijo Carre, agarrando la esponja de platos para empezar a limpiar la mesada.

Iván asintió, yendo a la heladera para buscar algo de tomar. En un parpadeo sintió a Tomás, escuchando como le decía algo a Rodri. No le importaba mucho a decir verdad, pero mientras sostenía una botella de coca, vió por el rabillo del ojo como Rob abrazaba por detrás a Rodri, con sus manos en esa cintura que Iván, bien el fondo de su mente, anseaba por tocar; para que después Robleis haga un chiste tonto sobre que eran como una pareja casada de esa forma. Fueron esos tres segundos de contacto para después empezar a reír por cualquier cosa, como siempre hacían.

El pecho de Iván había sentido un leve ardor, pero evitaba cada pensamiento que le confirmaban que eran celos. Y más que nada porque fue Tomi el primero en tocar esa zona que, como ya dicho antes, Iván anseaba por tocar y apretar.

Cómo siempre, no le dió bola a su cabeza ni a la situación y se fué, haciendo que Carre lo mire y sienta aura molesta en él por alguna razón.

La cena había llegado a su fin; fue una hora de puras charlas sobre cualquier tema al azar los cuales muy pocos comenzaban una discusión interminable pero divertida. En ciertos momentos de silencio, ambos amigos se miraban apenas segundos y se tiraban sonrisas intenando ser disimulados, pero claramente no lo eran.
Por suerte los padres de Angie habían accedido a comer algo fuera de casa, siendo así la llegada tarde por parte de ellos y la ventaja de tener casa sola.

Ahora estaban en la pieza de Angie, decidiendo dónde tirar los colchones y buscando un lugar para dormir.

— a mí no me rompan los huevos, yo voy a dormir en mi cama sola. Ustedes matense por quién se queda solo en la cama de mi hermana.— la peli-azul se había tirado a su dichosa cama, cerrando los ojos. No sé iba a dormir sin cambiarse antes, pero estaba cansada.

— Bri, si querés dormí en la cama, voy a dormir en el piso.— le dijo Tomi, la chica levantó los hombros y agradeció.

— ¿entonces tengo que dormir con el enano de mierda este?— habló Iván, un toque indignado.— es re injusto, ustedes duermen solos y yo con este boludo que es capaz de besarme las patas.

— sos un asco y un forro, Iván.— Rodrigo habló.— y si es re injusto.— no iba a decir en voz alta que estaba muy agradecido de haberle tocado dormir con Iván. Tenía que hacerse el desinteresado.

— bueno entonces, que Bri duerma en la cama, y juntamos los dos colchones y uno que duerma en el medio.— propuso Rob, buscando una sábana grande para que llegue a los dos colchones y no se separen.

— duermo en el medio.— dijo al instante Iván, sin haberlo pensado mucho. Sinceramente sentía que si no hablaba ahora, se iba a arrepentir de sentirse celoso viendo, hasta que pudiera dormirse, como Rodri y Tomi dormían "juntos" durante toda la noche.

— bueno, ayúdanme a armar la cama.