¿Un Omega?

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El argentino aún estaba curioso por lo que el mexicano hizo la noche anterior pero no podía pensar tanto en eso pues nesesitaba entrenar para poder ganar el siguiente partido, no quería perderlo como el primero que tuvieron, no quería que sus compañeros se sintieran decepcionados otra vez, tenía que concentrarse, tiene que consensentrarse para poder ganar la copa, debe de dejar de pensar en Canelo y su olor, ese olor que le gustaba tanto a pesar de olerlo pocas veces, esas veces eran maravillosas para el, oler su comida favorita en la persona que ama era hermoso.

El argentino estaba entrenando cuando vio a alguien alto y fornido, esa persona era muy reconocida para el, claro que lo era, era su amado Canelo.

El arquero pidió parar un poco para ir a descansar y aprovechar a saludar a su amado.

- Hola Can! Que haces acá? - Preguntó el argentino viendo al mexicano.

- Hola Dibu, bueno queria hablarte sobre lo de ayer, recuerdas? - Hablo el mexicano con un poco de pena.

- Oh si, claro, vamos - Respondió el arquero llevándose al boxeador a los vestidores y cerrar la puerta de ese lugar.

- Y dime, que querías hablar? Ayer pasaron muchas cosas - Dijo el argentino viéndo al contrario un poco sonrojado.

- Bueno si pero recuerdas lo último? Lo que hice? - Preguntó el mexicano avergonzado por recordar.

- Oh si, cuando casi garchamos? Me hubiera encantado hacerlo pero vos te detuviste - Respondió el argentino tranquilamente.

- Si bueno, no oliste algo, extraño? - Hablo el mexicano con una voz nerviosa por lo que diría el argentino.

- Que cosa? Tus feromonas? Si te refieres a eso desde que te ví la primera vez las olí, se me hizo extraño, pero quien lo diría, el gran Canelo Álvarez es un omega, nunca me lo imagine - Dijo el argentino tomando un poco de agua y seguir viendo al mexicano.

- Callate, por favor, nadie lo debe de saber, me harías ese favor? Guarda mi secreto - Decía el de fuertes brazos caminando hacia el contrario.

- Claro que si! Pero me tendrás que pagar con unos favores, quedamos? - Repitió el argentino tomando al grande de los hombros haciendo que sus brazos quedasen en su cuello.

El mexicano lo pensó y dudo si su secreto estaría a salvo con el alfa.

- Bien - El mexicano aceptó sin tartamudear esperando a que el argentino le dijera que serían esos "favores".

- Bien ahí, pero me tengo que ir a entrenar así que te dejo cariño, luego llego a tu habitación y te digo lo que quiero - Hablo el argentino robándole un beso y yéndose del lugar.

Hora: 8:00pm

El mexicano estaba nervioso por la hora ya que el argentino no había llegado y eso le preocupaba.

Toc Toc

Sonó la puerta de su habitación así que fue a ver quien era y para su sopresa era el argentino un "poco" ebrio.

- Oh cariño mío! Cuando me amaras cariño? Por que no me amas? Es por que soy argentino? ~ - Dijo el argentino con una voz suave pero fuerte y a la vez coqueta.

- Pero, que te pasa Dibu? ¡¿Estas ebrio?! - Hablo el mexicano tomando al contrario en brasos hasta llebarlo a la cama y sentarlo.

- Bueno, fui a tomar unas cuantas copas con los pibes - Respondió el argentino tomando al mexicano por la espalda para abrazarlo y envolverlo en sus brazos.

- De - El mexicano no pudo continuar la palabra pues el contrario lo jalo a la cama para acostar lo y subirse en el.

- No te dejaré, mi querido omega - Dijo el argentino acostando se en su pecho y y abrazarlo nuevamente.

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