DOCE- Único.

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El timbre de la casa sonó y bajó corriendo las escaleras, ya sabía quien esperaba tras de la puerta y eso lo ponía muy inquieto y emocionado.

–Hola, beb...

No lo dejó terminar y se colgó a su cuello para comenzar a besarlo, Cedric no se esperaba eso por lo que se quedó pasmado, pero unos segundos después ya se encontraba humedeciendo aquel beso y tomando fuertemente de la cintura al omega.

–Sabía que me habías extrañado– comentó el castaño mientras se adentraba a la casa y cerraba la puerta tras de sí, sin soltar en ningún momento a Harry.

–¿C-Cómo te fue? – trató de cambiar de tema y se separó del alfa, tomando su mano y llevándolo al sofá.

Ambos tomaron asiento, Cedric se sentó de forma normal, mientras que el ojiverde se sentaba a su lado con las piernas cruzadas y la mirada fija en él . El ojigris no pudo evitar sonreír ante la postura tan tierna que tenía el menor.

–No tan bien – confesó.

–¿Por qué lo dices? ¿Tu papá sigue molesto contigo?

–No, todo esta bien con él.

–¿Entonces cuál fue el problema?

–No estabas tú – comentó fingiendo tristeza – Y si tú no estás, nunca me va bien.

–C-Callate – sus mejillas se pusieron rojas.

–Es la verdad, pequeño – tomó a Harry de la cintura y lo sentó en su regazo con una pierna a cada lado de su cuerpo, este paso sus brazos alrededor de su cuello y sus mejillas seguían como tomates – Todo es mejor cuando estoy contigo.

–B-Basta... – escondió su rostro en el cuello del alfa – N-No digas esas cosas.

–¿Por qué? Sólo digo lo que pienso – pasó su mano por la espalda del ojiverde haciendo que la piel de este se erizara – Eres especial.

–T-Tú también lo eres para mi...

–Lo se, bonito.

Con su mano derecha tomó el mentón de Harry e hizo que levantara su rostro, se encontró con esos lindos orbes verdes que tanto le gustaban, en ellos podía ver galaxias, estrellas, veía el brillo en sus ojitos que sólo él poseía, por que para él, Harry era el único que tenía esa carita tan inocente, esos labios rosados que lo hacían olvidar cualquier tormento cuando los besaba, sentía esa magia de la que tanto hablaban los demas al besar a la persona indicada, entonces supo que Harry era esa persona indicada, él era la persona de quién se encontraba perdidamente enamorado.

–Te quiero mucho, Cedric.

Cuatro palabras lo sacaron de sus pensamientos e hicieron que su corazon casi explotara de felicidad. La respiración se le cortó por unos segundos y sentía unas inmensas ganas de gritar a los cuatro vientos lo que el omega le había dicho.

Harry lo quería, y aunque tal vez esa hubiera sido una confesión muy común y normal para cualquier persona, para el significó todo.

–Yo a ti, Harry.

Mintió. Él no lo quería, él lo amaba. Pero no se atrevió a decírselo.

Harry hizo que sus labios se conectarán y terminarán besándose lentamente, se besaban de una forma tan delicada y especial, sin la intención de llevar aquello a algo más que un suave y tierno beso.

–Ahora hablo enserio ¿Cómo te fue en el trabajo?

–Bien, amor, todo estuvo bien- acarició su mejilla – De hecho conocí a una chica que también estudia la misma carrera que yo y va a trabajar para mi padre mientras entra a la universidad.

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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Mío ~Hedric~ [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora