NUEVE- Amor.

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–¿Listo, hijo?

–Si papá.

–Bien, andando.

Amos y Cedric salieron por la puerta de la casa y se dirigieron a sus autos, los dos tenían uno y aunque iban hacia el mismo lugar, preferían irse en sus propios autos.

El castaño estuvo apunto de subirse en el asiento del piloto pero se detuvo cuando observó la casa de al lado, sonrió de inmediato al ver a Harry salir por la puerta con una mochila colgada en sus hombros. Supuso que este se dirigía hacia la escuela.

–¿Pasa algo, Cedric? – habló su padre a sus espaldas.

–Eh, no... – respondió sin quitar la mirada del omega quien aún no había notado la presencia del castaño – Papá, si quieres adelantate, te veo en la empresa.  

–Está bien, pero no tardes.

El alfa mayor subió a su auto y salió de la urbanización, Harry al escuchar el ruido del motor se volteó y se encontró con la mirada del ojigris quien inmediatamente le sonrió, él hizo lo mismo. Cedric se adentró en su coche y sólo le bastó avanzar unos metros para que su ventanilla quedara frente al omega, el cual seguía en la acera de la calle.

–Hola – el ojiverde fue el primero en saludar.

–Hola – respondió sonriendo – ¿A dónde vas?

–Al infierno – soltó un suspiro y el castaño lo miro confundido – A la escuela.

–Oh – rió – Sube, te llevaré.

–No, está bien, prefiero caminar.

–Yo no te pregunté eso – lo desafió – Te dije que subieras por que quiero llevarte.

–Ash, aveces no te soporto.

El menor lo fulminó con la mirada dándose por vencido y rodeó el auto hasta llegar al asiento del copiloto. Cedric sonrió victorioso.

-–Así me gusta – comentó cuando el omega ya se encontraba adentro – ¿Cómo estás ?

–Bien y t...

Harry no pudo proseguir ya que el castaño se acercó de forma rápida a sus labios y le robó un pequeño beso. Sus mejillas se tornaron de un lindo color carmín.

–No sabes las ganas que tenía de hacer eso – acarició su mejilla y regresó a su asiento para encender el auto y ponerlo en marcha, Harry bajó la mirada mientras sonreía –Pensé que no ibas a la escuela

–¿Cómo no voy a ir? Apenas tengo 16.

–Lo sé, pero en toda la semana no te había visto salir de tu casa y como siempre decías que odiabas la escuela, supuse que ya no ibas.

–Así que has estado espiandome toda la semana – el menor se cruzó de brazos y lo miró.

Cedric sonrió sin quitar la mirada de la carretera.

–Algo así.

–Estás loco – negó riendo – ¿Y tú para dónde ibas? Te vi con tu padre ¿Ibas con él?

–Si, quiere que conozca su empresa– comentó – Me ha propuesto que trabaje con él.

–¿Enserio? – asintió – Eso es maravilloso.

–Lo sé, me encantaría trabajar con él pero también quiero ir a la universidad para terminar mi carrera, bueno, en realidad tengo que ir a la universidad sí o sí, así podré ser  un empresario con todos los títulos.

Mío ~Hedric~ [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora