Cap 1

195 20 9
                                    

Tenía tan solo 10 años cuando recibió el primer golpe, el jamás le había alzado la mano. Su hermano genio siempre lo había protegido o cuidado de cualquier cosa. Ahora le había pegado, solo porque accidentalmente se le resbaló uno de los frascos que con tanto esmero le había ayudado a limpiar.

Donnie: porque no puedes hacer nada bien! -lo ve molesto-

Mikey: l-lo siento -susurra aguantando el llanto-

Splinter: que sucedió -los alza a ambos y los aleja del vidrio roto- Están bien? No sé cortaron? -revisándolos-

Donnie: Mikey boto mí recipiente -se queja molesto-

Mikey: l-lo siento -solloza-

Splinter: está bien mis niños, ya todo paso -les besa la frente y luego recoge todo el vidrio-

Michelangelo miro por última vez a su hermano genio, ya no se sentía seguro a su lado. A su vista él era como su hermano Raphael, ya no lo cuidaría cómo tantas veces lo había hecho anteriormente.

Al caer la tarde Leonardo y Michelangelo acompañaron a su padre en busca de algunas cosas útiles. Ambos menores iban tomados de la mano delante de su padre, quien los cuidaba como siempre lo había hecho.

Splinter les dijo que buscarán lo que podía servir, ambos pequeños sonrieron y empezaron a buscar lo que les podría servir a su familia. Michelangelo había encontrado un recipiente parecido al que se le cayó, con miedo fue hasta su padre.

Mikey: papá? -lo llama abrazando aquel objeto-

Yoshi: oh, veo que hallaste algo bueno -con cuidado lo toma- lo envolverte para que no se rompa, ya en casa lo lavamos bien

Mikey: si -feliz volvió a su labor-

Leonardo los había visto curioso, no sabía bien de que hablaban, pero le era obvio que aquel recipiente era para su hermanito genio. Por lo cual debería buscarle algo a Raphael o este se sentiría desplazado, con esa idea busco lo que podría gustarle a su hermano.

Splinter miro un momento a sus hijos antes de alejarse un poco de ellos, no iría lejos, pero debía ir más allá.

Miguel Ángel ya estaba algo cansado, había encontrado muchas cosas que le resultaron interesantes, pero nada que pudiera servirle a su familia. Se quedó echado sobre un montículo de tierra que había y espero a su padre y hermano.

Leonardo al fin había encontrado algo para su hermano el rudo, feliz fue hasta donde estaba su hermanito ya que no había visto a su padre cerca.

Leo: Mikey, dónde está papá?

Mikey: no sé, quizás se fue -sentándose-

Leo: encontraste algo para la casa? -sentándose tranquilo-

Mikey: no, crees que papá se enoje?

Leo: -niega- claro que no, estamos aprendiendo -sonríe-

Mikey: qué es eso?

Leo: es para Raph -sonríe enseñándole la revista- espero que le guste

Mikey: quiero ver -tomándola de las manos del mayor-

Leonardo le ve serio y algo molesto le quita la revista y le pega con la misma, antes de alejarse. Aquello tomo de sorpresa al menor, quien veía como su preciado héroe se volvía un villano. En silencio se echó a correr sin importarle exactamente dónde.

Splinter regreso a dónde había dejado a sus pequeños encontrándose solo con el mayor de ellos. Leonardo le dijo que cuando terminó de buscar su hermanito ya no estaba. El padre preocupado llevo a casa al mayor y luego salió en busca de su otro pequeño.

Mí ángel guardián (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora