Los ojos de los soldados estaban expectantes y sorprendidos de lo que eran testigos, ambos Deathrys luchaban con solo una gran destreza sino con una fuerza que ningún hombre antes había visto. Partían las rocas cada vez que uno arrojaba al otro contra alguna, sus espadas chocaban estruendos como los mismos truenos de una tormenta que se avecinaba hacia ellos y la tierra temblaba cada vez que uno mandaba al otro al suelo. La tierra se levantaba a causaba de esquivar un ataque del otro, sus armaduras pronto se tiñeron con el dorado de su sangre.
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Partes de sus armaduras iban cayendo por el suelo, rotas y cubiertas con sangre dorada, las heridas y magulladuras en sus cuerpos no los volvían más lentos. Aun tenían la resistencia en sus cuerpos, ignorando el dolor de cada golpe que acertaban en el otro. Solo una vez habían peleado cuando la reina Lilythrys gano las espadas de su padre, pero en aquella ocasión sus golpes fueron más medidos. Esta vez ninguno se contuvo, Melkor le había hecho heridas en su brazo derecho y por el muslo de la pierna izquierda mientras la reina Lilythrys lo había herido en el hombro izquierdo junto con la rodilla del mismo lado y le había cortado ya dos dedos de la mano derecha.
— Īlva kepa's vaoresagon [La favorita de nuestro padre] —se ajustó el hombro dislocado. — Se āzma hen vīlībāzma se morghon [La nacida de la guerra y la muerte.]
— Se nādrēsy tresy, disguised hae iā Deathrys [El hijo bastardo, disfrazado como un Deathrys.] —jugo con sus espadas girándolas desde las empuñaduras. — Āzma isse se sȳndor [Nacido de las sombras.].
— Ao jurnegon sepār hae zirȳla, sīr jōzigon se rīgles lēda daor blemish va pōja qelbōñe hae azantys [Te pareces a él, tan orgullos y honorables sin manchas en sus vidas como guerreros.] —escupió la sangre acumulada en su boca al suelo. — Tolī quba mirre hen īlva dubys inherited vīlībāzma kostion, lo sīr pōnta unyishishk emagon gīmēdegon nyke iā vīlībagon [Lastima que ninguno de nuestros hermanos heredera habilidad para el combate de ser asi me hubiesen dado pelea.]
Su comentario solo provoco que la reina Lilythrys se abalanzara contra con él, era más rápida y esta vez su espada Soul-eater atravesó el hombro de Melkor. Giro la espada aun perforada en la carne, abriendo aún más la herida del hombros y Melkor cayo. Lo que solo le dio oportunidad de llevar su espada a las costillas de Lilythrys, logrando solo abrir un par de capas de la piel pues ella había bloqueado gran parte del ataque con su otra espada.
Ninguno iba a ceder al otro, siguieron con la batalla y con heridas en sus cuerpos. Cualquier otra persona en aquella desgastante situación se hubiera rendido, pero no era el caso de los Deathrys aun con sus heridas abiertas y expuestas se mantenían de pie. Blandiendo sus espadas con determinación, fue llegado un momento en que la reina Lilythrys había pateado en el estómago a Melkor que lo lanzo a los muros de piedra de un pequeño castillo abandonado por la guerra. La pared se derribó y entre los escombros Melkor salió cubierto en polvo y pequeños trozos de la piedra en lo que quedaba de su armadura.
