Promesa || ChanSoo [Terminada]

II

—Kyungsoo, ¿cierto? — El mencionado levantó su cabeza y asintió. Había asistido a esa cita a ciegas luego de que su amigo le prometiera dejar de molestarlo con el tema si iba una última vez.

—¿Hola?

—Lo siento, soy Chanyeol. — El joven alto hizo una inclinación corta, sentándose inmediatamente frente al bajito (luego de tropezar varias veces) Kyungsoo sólo pudo pensar como ese chico era un completo torpe. —La verdad estoy muy nervioso, sabes, mi hermano me insiste todo el tiempo para que acepte estas salidas, pero... No es lo mío.

Kyungsoo sonrió ligeramente, al menos estaban en igualdad de circunstancias.

—Estamos en la misma situación, entonces ¿Por qué aceptaste esta vez?

Chanyeol miró fijamente a Kyungsoo, su barbilla se apoyó en su mano y dejó salir un ligero suspiro.

—Pensarás que estoy loco, pero como estaba quejándome tanto mi hermano me mostró una foto tuya y... — Kyungsoo levantó su ceja esperando que el alto continuará. — Solo sentí como si ya te conociera, fue extraño y por eso no perdí la oportunidad de verte en persona.

El bajito, por raro que pareciera no se sintió incómodo. En cambio, sonrió ampliamente y asintió, estiró su mano la cual fue estrechada con rapidez por Chanyeol.

—Do Kyungsoo, diecisiete años.

—Park Chanyeol, dieciocho.

Cuestión de palabras, pero Kyungsoo en ese momento pensó que tal vez y sólo tal vez el joven frente a él no era tan torpe como en un inicio se lo imagino.

Fue más que una buena velada, con el paso de las horas se daban cuenta de lo diferentes pero similares que eran.

Sus gustos musicales, películas favoritas, sueños, metas, eventos del pasado, lo que les molestaba o no. Hablaron de todo y de nada.

—Ahora entiendo lo que dijiste. — Un risueño Kyungsoo acarició la mano del mayor. —También siento que nos conocemos de antes.

Chanyeol mordió su labio inferior, algo nervioso decidió levantarse de su asiento para ponerse junto al bajito.

—Seré imprudente, pero realmente deseo besarte ahora mismo.

Kyungsoo acarició la mejilla del pelinegro.

—Hazlo.

Chanyeol rompió la poca distancia entre los dos, sus bocas se unieron en una perfecta danza. Sus lenguas se encontraron, ambos igual de ansiosos y emocionados. Sus corazones galopaban con violencia en sus pechos.

Los dedos de Kyungsoo se enredaban en el cabello del alto, mientras Chanyeol pasaba su mano por la espalda del menor.

Al separarse sus bocas hicieron un pequeño sonido húmedo, logrando que los dos rieran.

—¿Segunda cita? — Preguntó Kyungsoo, su nariz rozando la del mayor.

—Las que quieras Kyungsoo.

Intercambiaron miradas cargadas de deseo, volvieron a besarse de forma insistente. No les importaban las miradas cargadas de asco y odio de los demás en el lugar.

Ni siquiera se preocuparon cuando el tiempo les indico que era hora de volver a sus casas, como si fuera el evento más normal del mundo sus dedos se entrelazaron y caminaron juntos a lo largo del lago.

—¡Mira Kyungsoo! — Chanyeol señaló a ningún punto específico del panorama.

El menor a pesar de todo hizo su mayor esfuerzo para entender a qué se refería el alto.

—¿Qué debo de mirar? —Chanyeol beso su mejilla y susurro en su oído.

—La vista, ¿es hermosa?

—Lo es.

—Tú lo eres el doble...

Kyungsoo rodó los ojos, con poca fuerza le dio un pequeño golpe en el hombro a Chanyeol.

—Tonto.

—Tu tonto si quieres.

Un cómodo silencio se formó alrededor de ellos, Kyungsoo sintiendo un calor abrigar su pecho y Chanyeol con unas inmensas ganas de abrazar al bajito y no dejarlo ir nunca. Jamás.