Congelado, con lágrimas en los ojos mientras veía escapar al demonio que le disparó a su novio. Todo sucedía en cámara lenta, pero al mismo tiempo iba tan rápido que no lo comprendía.
Hacía solo unas horas estaban planeando su futuro, pensando en el nombre que le pondrían a su primer perro y todo cambió para mal mientras esperaban el bus que los llevaría a la gran ciudad.
Sus labios temblaron, cayendo de rodillas frente al cuerpo de Chanyeol.
—Bebe... no.... respira... — Coloco una de sus manos atrás de la cabeza del mayor, mientras la otra hacía presión sobre la herida de bala en su pecho. —Amor... no me dejes, por favor. No me dejes.
Rogaba entre sollozos, Chanyeol le miro directamente a los ojos. Acaricio su mejilla y sonrió.
—Eres... un... ángel...
Kyungsoo lloraba desconsolado, la mano de Chanyeol cayó lentamente impactando en el suelo. El último respiro en vida, sus ojos pesaron y el sueño se apodero de su cuerpo.
—¡Chanyeol! — Kyungsoo besaba los labios de Chanyeol, que con el paso de los minutos se volvían fríos. — ¡¡AHHH...!! — Gritó con furia mirando hacia el cielo, su alma se hacía añicos mientras las mil y una imágenes de un pasado feliz junto a su novio inundaban su mente.
Exactamente no supo cuánto tiempo estuvo llorando con el cuerpo inerte de su amado en sus brazos, con el olor a sangre inundar sus fosas nasales y sus manos manchadas del líquido rojo. Incluso cuando la policía apareció en el lugar, él se mantuvo aferrado a la esperanza de que todo fuera una broma, que su coqueto Chanyeol le dijera que todo había sido una actuación. Pero no.
—Kyungsoo. — Habló calmadamente el oficial de policía Minho. Kyungsoo tenía sus ojos fijos en un punto cualquiera del amplió pasillo del hospital. Los ojos que en algún momento brillaban llenos de vida, sueños y alegría ahora eran oscuros, solitarios.
El oficial les conocía desde niños, los vio crecer, conocerse, enamorarse y ahora... Pesé a su sentido de la justicia e impecable carrera profesional que siempre lo ha caracterizado no podía dejar de sentirse mal por el pequeño Do.
—Sé que esto es muy difícil para ti, pero necesito que me digas como lucía la persona que les atacó.
Kyungsoo parpadeo varias veces, miro sus manos aún manchadas de sangre y un sollozo se escapó de sus labios. Negó en repetidas ocasiones.
—No sé... no traía lentes.
El oficial asintió, debía de revisar con las personas que estaban cerca. Atrapar al asesino era su prioridad por el momento, y darle espacio al afectado Kyungsoo hacía parte de su deber hacía la ciudadanía. Era un testigo clave, pero sin duda el trauma caló en su mente.
—Si recuerdas algo, por pequeño que sea no dudes en acercarte al despacho. Sabes que más que policía, me puedes ver como un amigo.
Kyungsoo asintió, a la distancia escuchaba los sollozos de la madre del alto, de su hermano e incluso padre. Los tres intentaron decirle algo, pero al verlo en ese estado... llorando, con sangre en sus ropas y su mirada lastimada decidieron dejarle en soledad.
—Hijo. — Su padre le abrazó con cariño, su madre lloraba del otro lado. — Lo siento, sé que lo amabas.
—Lo amo. — Respondió en automático. —Lo amo, lo sigo amando, lo amaré mañana y siempre yo... solo existía para él.
La familia Park que escucho sus palabras se atrevieron a acercarse, todos abrazando al pequeño que seguía llamando en susurros el nombre del alto.
—Llévame amor... — Estiro su mano hacia el final del pasillo, pero la mano cálida y amorosa de Chanyeol no le correspondió.
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Promesa || ChanSoo [Terminada]
Fiksi PenggemarKyungsoo y Chanyeol están realmente muy enamorados, planean abandonar el pequeño pueblo en donde viven debido al acoso recibido por ser homosexuales y el descontento de sus familias, pero poco antes de poder cumplir su sueño un evento les cambia la...