MIN YOONGI

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El eufórico Jeon caminó lo más de prisa que sus largas piernas pidieron soportar.

Llegó a la recepción y se plantó enfrente de las tres personas que atendían en ese momento.

Amenazante se puso erguido, las piernas ligeramente abiertas, un adonis de negro con cara terriblemente enojada y brazos cruzados..

-Quien ha recibido al grupo de empresarios Mexicanos y los ha mandado al carajo. - Preguntó con voz ronca y malhumorada.

Una chica de baja estatura y cabello muy corto de color negro levantó su mano...

-Yo lo hice señor - dijo coibida la pequeña dama.

-Explicame por qué no llamaste al señor Min para que los atendiera, es su trabajo, a eso vino a este lugar - Molesto seguía cuestionando a la mujersita.

-Yo escuche a la del turno anterior que dijo que estaba prohibido molestar al señor Min. Por eso les explique que estaba un poco indispuesto, que lo llamaría y en cuanto el estuviera listo bajaría. Que pasarán a refrescarse, descansar y comer y que todo sería por cuenta de la casa. De hecho llamé al señor Min pero no me contestó. - Explicó la chica al ya menos molesto Jungkook.

Ella trató de complacer tanto al cliente como a Yoongi, entonces el mismo en persona iría a buscar a Yoongi.

Subió hasta la recamara, abrió sin tocar, como dueño tenía llave maestra y está ocasión ameritaba abrir una puerta ajena.

Entró a la habitación, escudriñó cada rincón sin noticias de su ejecutivo.

Sacó su teléfono y llamó al desparecido.

"Min Yoongi dónde carajos estas, tengo un grupo de mexicanos de muy mal humor por que no te dignaste a atenderlos"

"Voy llegando al hotel ahora mismo"

"Por qué te largaste sin avisarme, cuando menos para saber que decirles"

"No eres mi dueño Jungkook, no tengo por qué avisarte lonque haga con mi tiempo"

"Yoongi, lleva tu maldito trasero al restaurante, para llevarte con el grupo de empresarios mexicanos, ellos están ahí ahora"

"Estoy en el restaurante ahora, de hecho estoy al lado de un hermoso rubio, esas manitas me están matando"

"Estúpido"

Fue lo último que dijo Jungkook antes de colgar la llamada y regresar a su mesa con la misma rapidez con la que había salido de ahí.

Cuando Jungkook llegó, esperaba ver al engreído Yoongi al lado de su tierno decorador.

Pero no, el hombre estaba sentado al lado de la pelirroja mexicana esa que hasta su nombre había olvidado. Platicaba amigablemente con todos y ellos reían y de gustaban deliciosos bocadillos mientras su comida llegaba.

En ese momento pensó que ese era el único motivo por el que no despedía al odioso ese, era un puto genio que hablaba más de cinco idiomas, gracias a él pudo hacer negocios y levantar hoteles en países que jamás creyó pisar.

La comida de los extranjeros llegó, así que Yoongi se levantó de la mesa...

-Los dejo para que disfruten su comida, recuerden que lo que sea que consuman será por cuenta de la casa. Les recomiendo do una botella de whisky local, es deliciosa - El joven Yoongi agasajaba a sus clientes.

-Debería cenar con nosotros - uno de los hombres solicitó.

-Y lo haría si mi jefe no quisiera regañarme por no llegar a tiempo, pero le prometo que mañana desayunare con ustedes, les parece ¿mañana a las ocho en esta misma mesa? - agradeció y se fue a la mesa de los Jeon.

FALSO AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora