EXTRA

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Los meses pasaron, Yoongi había logrado fusionar dos cadenas de hoteles mexicanos a la de Jeon.

Lo curioso era que el quería seguir trabajando ahí. Estaba enamorado de ese lejano país, su gente, su comida picante, el tequila... Pero sobre todo, estaba perdidamente enamorado de la señorita Marín.

Jungkook leía un viernes por la noche un correo del señor Min.

Jeon : La fusión del tercero quedará el lunes a primera hora, escanea los documentos firmados y ya estará hecho. Volveré apenas termine. Soy un hombre nuevo, mis viajes ahora serán más placenteros.

Saludame a mi precioso Jimin, lo he hechado de menos.

.....

-Vaya descarado, decirme que le salude a Jimin, idiota - dijo Jungkook en voz alta como si tuviera a Yoongi enfrente.

~Vaya que si lo he extrañado también, aunque siempre viaja nunca se va por tanto tiempo ~

Yoongi miraba su laptop esperando respuesta del hotelero, mientras esto sucedía, recordó un mes atrás.

-Anya, casate conmigo, vivamos en México, en Seúl, en España, en China, tu mandas - Yoongi enamorado como nunca proponía a la pelirroja que robó su corazón.

-¿Estas seguro? - ella coqueta contestó.

-Querida nunca hago las cosas si no estoy seguro - él decidido contestó.

-Pues tengo una propuesta para ti, - ella fue directo a sentarse al regazo de aquel hombre que la deseaba con sólo pensar en ella. - ¿Aceptarías?

-Creo que sin pensarlo, diría "si a todo lo que digas" - Yoongi contestó sonriente. El en verdad aceptaría lo que ella solicitara por descabellado que se viera o escuchara.

-Nos casarémos aquí - comenzó diciendo - todo a las tradiciones mexicanas. Después podremos irnos a vivir a donde quieras.

Yoongi besó con adoración a esa pequeña niña que tenía encima, la acarició a placer y ella se dejó querer.

-Necesitamos casarnos cuanto antes, no puedo justificar más el no volver allá - el señor Min pedía a Anya.

-Tres semanas señor Min, verá las maravillas que hace mi madre en esos días - ella aseguró.

Las tres semanas pasaron como si fueran minutos. Los días ahí eran estar en el paraíso terrenal.

Una novia de blanco, un novio extranjero esperando en el altar, las campanas sonando, presumiendo que dos enamorados unirían sus vidas para siempre.

El padre dijo la misa más hermosa, unió dos almas en Santo matrimonio. Los bendijo para estar juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de su vida hasta que la muerte los separara.

Anillos mexicanos, flores, iglesia, sacerdote. Todo lo de ella ahora el templo y refugio de él.

Una recepción íntima, con música en vivo, un baile pausado de los novios, un va y ven al ritmo de la música. Los ojos prendidos en esa feliz pareja, fuegos artificiales al final, fueron experiencias que Yoongi jamás olvidaría.

Su emoción continuaba mientras esperaba la respuesta del correo de Jungkook. Tenía una semana de casado y nadie en Seúl sabía nada. Seguro estaba que lo matarían apenas se dieran cuenta. Pero con Dios por testigo que valía la pena cada palabra y reclamo que iba a escuchar.

FALSO AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora