FALSO, MUY FALSO AMOR

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-Dime que carajos haces aquí, vete ahora mismo, no quiero que llegue Jimin y se haga una idea equivocada.-Jungkook le dijo caminando hasta la puerta para abrirla y pudiera largarse de ahí.

-Eres lento querido, muy lento, tu adefesio ese no vendrá, está pasando una deliciosa noche con su amor de toda la vida. No sabes cómo fuimos pacientes esperando la oportunidad perfecta - ella se contoneó sexi frente a él.

El, más sereno que nunca, regresó de la puerta, no sin antes cerrarla con llave. Se sentó en el sofá. Sacó su teléfono y solo marcó el número uno y esperó que le contestaran.

"Es ahora"

"Lo se, ya están ahí"

Colgó...

- Entonces, comamos, - Jungkook dijo acercándose a la mesa donde estaba ya servida la comida. Comió hasta el último bocado sin dirigirle una sola palabra a la mujer que tenía enfrente.

-Jungkook, deberías pensar seriamente en retomar nuestra relación. Yo estoy dispuesta a olvidar y se que nadie te hace tan feliz como yo.

El vestido de la rubia cayó, dejando al descubierto su pálido cuerpo, sus brazos rodearon al hotelero, ella esperaba las firmes manos del hombre de sus sueños rodearan su delgada desnudez.

-Ten un poco de dignidad, a Jimin le dices que tienes el mejor sexo con Jakson, que saliste ganando, pero vienes aquí a ofrecerte como una loca colegiala ebria. ¡Vístete! Tendremos visitas - Jungkook ignorando la mujer con poca ropa frente a él le dijo lanzando su vestido.

-¿Visitas?, le dirás a tus padres que si nos casarémos, mandaré a Jakson al demonio inmediatamente. - la joven londinense sacó su teléfono, marcó tantas veces como su paciencia lo permitió.

Jungkook la observaba en silencio, veía su desesperación por ser atendida siendo ignorada. Vio su cuerpo aún desnudo y nada de lo que veía le agradaba tanto, como el cuerpo de alguien más. Ese chico que esperaba estuviera bien o su furia sería descargada en Jakson y esa mujer al frente suyo.

Jimin despertó en su antigua recamara, Jakson venía de bañarse y solo una pequeña toalla tapaba lugares estratégicos.

-Pequeño dormilón, al fin has despertado - el descarado Jakson dijo a un muy desorientado decorador.

-Jakson, ¿Qué haces aquí? - el rubio miró a su alrededor y se dio cuenta que no estaba en el hotel, estaba en el departamento de Jakson, a su cabeza llegó un último momento de lucidez.

Entró a la cafetería y pidió los pastelillos para llevar, cuando terminó de pagar y antes se salir, vio entrar al piloto. Este le sonrió, camino hasta el. Le quitó de las manos lo recién comprado.

Jakson se acercó a él tanto como pudo, beso muy cerca de sus labios, pero Jimin se separó de inmediato limpiado lo que nunca pidió.

-No se a que juegas Jakson, pero no lo hagas, es por tu bien...

-Mi bien eres tu... Si estas a mi lado todo seguirá marchando bien. Si no estas mi vida se vuelve un caos. - el joven piloto dijo acercando tanto a su nariz un pequeño pañuelo con un olor extraño, un aroma que hizo que las piernas del rubio se sintieran de arena, su mundo dio vueltas a su alrededor y los pesados parpados quisieran mantenerse cerrados.

Ahi su recuerdo terminó...

El amable Jakson, sostuvo a su presa, caminó con el guiandolo a su auto. Antes de encender su auto miró el imponente edificio del hotel...

-ADIÓS Jeon, te dije que era mio, sobre mi cadáver Volverás a tocarlo - simples palabras de odio lanzó a su oponente sin estar presente y desapareció de ese lugar.

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