En la entrada de la ciudad se encontraban nuestros protagonistas volviendo de su cacería.
Bell se encontraba bastante tranquilo aunque algo consternado por la declaración de la pelinegra la cual caminaba a su lado mientras cargaba al primer ciervo que mataron y se le podía notar una expresión deprimida con sus orejas caídas y la cabeza agachada.
Bell: (¿su familia la traicionó?) -se preguntó a sí mismo seriamente- (nunca había tratado con algo así....bueno en realidad si) -miro a la pelinegra- ("yo no hice nada", me imagino que la acusaron de algo que no hizo ¿pero de que?) -miro a la chica a su lado- ¿vamos a casa para cocinar y comer ese ciervo?
Ese comentario animó un poco a la chica y movió ligeramente su cola pero seguía deprimida. Bell se dio cuenta de algo.
Bell: ¿te preocupa lo que pienso de ti?
Ante esa pregunta, la chica apartó la mirada lo que para Bell fue una respuesta positiva.
Bell: no diré mi opinión hasta que escuche el resto de la historia, así que podrías contarme todo cuando volvamos ¿te parece?
Sara: no.
Bell: ¿que?
Sara: no lo haré....no puedo hacerlo.
Ambos entraron a la ciudad y se dirigieron a la casa de Bell ganándose las miradas de las personas de la calle por el ciervo que ella llevaba sobre sus hombros. Bell la miraba con cierto entendimiento, pero no porque él haya sufrido lo mismo, sino por una persona muy importante para él.
Bell: ¿los odias?
Esta pregunta hizo que ella parara en seco y miró al albino con una expresión complicada.
Sara: ¿cómo?
Bell: a tu familia, ¿los odias? -repitió-.
Ella solo bajo la cabeza, no sabía cómo responderle, una parte de ella aun amaba a su familia, pero la otra simplemente no sentía nada por esas personas.
Sara: no lo sé....es complicado -dijo retomando su andar siendo seguida por Bell.
Bell: tu madre.....
Sara: ella murió mucho antes de ese suceso.
Bell: no me dijiste que había muerto.
Sara: no preguntaste.
Bell: ya.
Ambos llegaron a su destino, ella pasó por un lado de la casa y dijo el ciervo en el jardín mientras Bell fue a buscar un par de cosas para empezar a cocinar.
Bell: (ser traicionado por tu propia familia, debe de ser un sentimiento insoportable...¿verdad? Mamá) -pensó con melancolía pero también se le podía notar algo de rencor-
El conejo salió a fuera encontrándose con la chica sentada en un pequeño banco mirando al suelo de forma pensativa. Bell se acercó, encendió el fuego y comenzó a cocinar al animal, luego se sentó al lado de la chica. Un silencio raro se formó entre ambos, ninguno sabía cómo romperlo hasta que.
Sara: ¿Alguna vez te has encontrado con un caso como el mío?
Bell: si te refieres a tres enfermedades muy graves en un solo cuerpo, no, nunca.
Ella abrió la boca con la intención de decir algo pero se detuvo a último momento.
Bell: ya te dije que no pienso nada malo de ti a no ser que me cuentes toda la historia.
Sara: cuando dije "caso como el mío", no me refería a mis enfermedades.
Bell: Entonces ¿a que?
Sara: trabajas con la mente ¿verdad? -Bell se confundió un poco pero lo entendió de todas formas-.
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No Estamos Solos [Cancelada]
Lãng mạnUn joven con una promesa que cumplir y una meta por alcanzar. Una peligrosa y solitaria depredadora cuya vida pende de un hilo. El destino los juntara.