Qatar 2022
Estadio Al Khor
Cerca de las dos de la mañana, los argentinos se habían retirado a la Universidad, casi todos ebrios, aunque Lio había tratado de que todo fuese con medida, no había podido evitar que incluso los más jóvenes se hubiesen bebidos unas cuántas cervezas. Se habían retirado en la camioneta tal y como habían llegado, a excepción de Julián, el cual le había montado tremendo berrinche a Lionel, de que no iba a dejarlo solo con Guillermo, y más bajito como si quisiera disimular o no darle tanta importancia, no quería que De Paul tuviera problemas con Ochoa por estar siguiendo a Kevin, aunque claramente el delantero más joven, solo quería mantener al cachorro de Memo, lejos de los brazos de su compañero.
La selección mexicana había llegado en el autobús que se les había proporcionado para transportes entre estadios, los juegos y los entrenamientos. Memo se vio junto a Andrés acomodando a los jugadores de su selección, pues sus cachorros no iban a poder ir junto a él en el auto, en donde asegurados iban Lio y Andy, pues si la prensa llegaba a verlos bajar del autobús de los mexicanos, sí sería algo de lo que hablar.
— ¡No! Si vos te vas en el autobús, yo también... —Lio escuchó la voz de Julián al voltear a verlo, estaba discutiendo con De Paul, pues el mayor se sostenía del tubo que estaba en la entrada del vehículo con intenciones de subir, mientras Julián le rodeaba por la cintura jalándole para que no lo hiciera y se soltara.
— ¡Juli! Soltáme, ¡la reconcha de tu hermana! —se quejaba De Paul, a ojos del conductor, de Lio y todos, se estaban portando como niños idiotas, no fue hasta que el alto notó que Kevin los miraba que siguió, lanzándole un besito—. ¡Me quiero ir con mi chiqui!
— Hijo de la... — Julián no pudo continuar pues sintió un tirón en el oído y De Paul igual. Lionel los jaló de las orejas y los alejó del autobús para que se pudiera ir, así ellos en el auto podían irse diez minutos después.
— Lo' do' suben al auto y se callan de una buena vez, ante' de que lo' recargue a piña'. — Lio los llevó hasta la puerta trasera del auto, donde ambos Alfas ya no pusieron resistencia—. ¡Kun! ¡Dejá ya de joder a Andrés y vení a ayudarme con esto' do'!
Después de pelear con Kun, este le mostró un par de sudaderas de la selección para que pasaran desapercibidos en caso de ser necesario, De Paul y Julián eligieron una, se la pusieron sin quejarse ya que notaban que Lio los miraba como mamá a punto de regañarlos pues él tenía que hacer lo mismo. El auto de Guillermo pudo partir, el portero como conductor, Lio y un dormido Andy en sus brazos, de copilotos, junto a los argentinos en el asiento de atrás.
El camino fue en silencio, casi todos e iban durmiendo, pues ya eran pasadas las tres de la mañana. Memo puso un poco de música, calmada y a un volumen bajo, así conducía cantando o tarareando despacio. Guardado le anunció que no había señales de la prensa cuando llegaron, pero que igual debían tener cuidado en el estacionamiento supuestamente privado del hotel. No estaban tan lejos, Memo condujo sin prisas, queriendo mantener esa imagen en su mente, Lio dormido el asiento a su lado, cargando a ese cachorro parlanchín que tan adorable le parecía.
— Lionel... oye. —Memo movió suavemente al argentino, se había estacionado lo más cercano al ascensor para pasar lo menos posible de tiempo a ojos de otros—. Ya llegamos, en cuanto les diga bajen... ¡Ya llegamos, cabrones! Dejen de babearse los hombros y estén listos.
El modo y tono con el que Guillermo había usado para despertar a Lio, había diferido bastante de cómo lo había hecho con los argentinos en la parte de atrás, eso provocó una ligera sonrisa en los labios de Messi, que miró por el parabrisas como Guillermo llamaba al ascensor.
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Recuento de Mundiales
RomanceGuillermo Ochoa y Lionel Messi, una trama ya conocida. Una relación que debería ser eterna, se ve interrumpida por la falta de experiencia del amor.