Restaurante Sette, Dubai Emiratos Árabes Unidos
20221204
Cristiano había convencido a Messi con sus palabras y Messi había terminado por convencer a Guillermo, simplemente con la intención de que el menor quizás con lo que el portugués le decía, pudiera recordar algo, ya que, por su parte, el mexicano creía que, si ya lo habían podido superar, no había necesidad de seguir escarbando en el pasado, después de todo estaban juntos de nuevo.
— ¿Por dónde deberíamos comenzar? —comentó Cristiano, abrazando con ambas manos su taza de café, como si fuese un juego.
— Vo' debe' dejar de jugar... Solo habla, para eso no' quedamo'. —en lo que Lionel hablaba, Guillermo le habló al mesero, esta vez pidió algo más fuerte, estaba seguro que lo iba a necesitar y es que algo en su mente le decía que Cristiano hablaría, pero que también diría cosas que no le correspondían.
— Tranquilo, Lionel, todo va a salir aquí, então não se preocupe.(así que no te preocupes.) —Cristiano miró a Guillermo, este recibía su vaso de tequila, iba a beber todo con calma—. ¿Ya le dijiste que a Jorge no le agradas?
— Sí, ya se lo dije... —Guillermo respondió apenas, tratando de mantener una sonrisa ligera.
— Algo que me impresionó bastante —empezó Cristiano, como si estuviera contando un chisme, algo que no terminara de entender, aunque igual el mexicano sabía que era fingido—, fue tener el apoyo incondicional del padre de Lionel, yo creía que con eso tenía asegurado el tenerlo, y es que era totalmente increíble el nivel de... ¿desprecio? ¿odio? ¿repugnancia? No sé cómo llamar a lo que Jorge Messi sentía por ti. —dirigió sus palabras hacia Guillermo, que solo se alzó de hombros, no era nada nuevo para él, sin embargo, Lionel estaba comenzando a procesarlo después de lo que ya había hablado con el portero, algo que se notaba aun en su rostro.
— ¿Eso qué tiene que ver con lo que pasó? —preguntó Lionel, sin querer pensar del todo en lo que Guillermo había sufrido con su padre, sin embargo, tampoco quería ignorarlo.
— Todo tiene que ver, Leo... obviamente tu padre quería que yo estuviera en el lugar de Guillermo. —Cristiano intercalaba la mirada entre Lionel y Guillermo, manteniendo la atención de ambos.
— ¿Desde cuándo ustede'...? —preguntó y miró a Guillermo, quien le daba un trago a su vaso para poder contar aquello, pues podía recordar cuánto el argentino defendía la ignorancia del portugués.
— Mmh... Desde hace mucho, nuestro primer encuentro donde el tema de conversación eras tú fue en... ¿2008? —miró a Cristiano, que asintió de acuerdo, ambos lo recordaban bien—. Nosotros aun no teníamos formalizado nada, pero desde ese entonces él sabía que había algo entre nosotros. —Guillermo miró a Lionel, que parecía no creerse nada de lo que estaba escuchando.
— ¿Entonce' vo' era' consciente de mi relación y seguía' insistiendo? —el tono del argentino, les demostraba que era la primera vez que escuchaba aquello.
— Tu padre me dio toda la información que necesitaba, yo siempre te invitada a algún lado y me rechazabas, cuando Javier se fue, volví a estar detrás de ti y tú parecías estar dispuesto a aceptar todos mis avances, pero no a dejarme avanzar, como el día de la entrega del balón de oro del 2015, se repitió... Yo te invité y tú me rechazaste, pero de igual forma nos vimos después, ¿te acuerdas? —esta vez la plática fue dirigida al argentino.
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Recuento de Mundiales
RomanceGuillermo Ochoa y Lionel Messi, una trama ya conocida. Una relación que debería ser eterna, se ve interrumpida por la falta de experiencia del amor.