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Changbin tuvo que volver a dormir con Christopher.

Todo se tornó diferente, cada uno tenía un lado de la cama y se mantenían en silencio la mayoría del tiempo. El ambiente era incómodo, pero Christopher no quería sentir lejos a su omega, su alfa lo necesitaba, así que prefería tenerlo a su lado que en otra habitación, y claro, Changbin debía obedecerle para evitar cualquier tipo de discusión al respecto.

Por momentos, Changbin podía notar como Christopher bajaba totalmente la guardia y se comportaba de manera más dócil, le hablaba con tranquilidad, incluso podía sentirlo menos frío. Pero eso no significaba que estuvieran bien, al contrario, solo eran fugaces ilusiones que lograban confundirlo, lo hacían preguntarse si realmente era Christopher o su alfa el que actuaba de esa manera, por momentos con autoridad, y en otros, como si fuera él mismo de nuevo; no lo comprendía en su totalidad y temía preguntarle.

Durante las noches, Christopher no lo buscaba, ni siquiera para satisfacerse como en un principio, Changbin creyó que sería al sentir la fuerte presencia de su instinto alfa. Fue un alivio para él que no quisiera tocarlo, no sabía qué tanto podría soportar una situación así, por lo que no se sentía del todo bajo amenaza.

De todas formas, dormir se había vuelto muy difícil.

—¿Tomaste medicina?—preguntó Christopher cuando vio a Changbin saliendo del baño.

—Si, justo acabo de hacerlo—asintió sin mirarlo.

—Bien, ven a dormir entonces—se giró, dándole la espalda sin mucho interés.

Changbin suspiró, odiando completamente esa rutina. ¿Por qué seguía con Christopher de todas formas? Se hizo la pregunta un montón de veces en medio del silencio con el que vivía ahora, llegando a la misma conclusión: estaba enamorado de él. El sentimiento lo hizo sentir patético, no creyó que estar enamorado fuera así de terrible, ya no quería estarlo. Además, tenía la esperanza de que las cosas volvieran a la realidad.

Al cabo de unas horas, Changbin seguía removiéndose inquieto en la cama como todas las noches, llorando en silencio por el ardor en su marca, ¿es que Christopher no se daba cuenta de que seguía lastimándolo? Era increíble como es que incluso dormido, Christopher podía afectarle tanto. Se levantó sigilosamente y se dirigió al baño, encendió la luz y se miró en el espejo, notando su cuello demasiado rojo e irritado. Enjuagó un paño y lo puso sobre su piel lastimada, buscando alivio, y gracias a la frescura del agua, pudo sentirse un poco mejor momentáneamente. Se sentó en la fría cerámica del baño, sintiendo sus párpados pesados con el pasar de los minutos, hasta que otra vez, el ardor se volvió intenso.

Se quejó en voz baja, tirando el paño a un lado, y entonces escuchó a Christopher llamarlo.

—¡Changbin!

Se levantó lo más rápido que pudo y corrió hacia Christopher, viéndolo sentado sobre la cama bajo la tenue luz de la lámpara de noche. Por un momento creyó que iba a regañarlo por haberse levantado, pero su sorpresa y preocupación se hicieron presente cuando lo escuchó sollozar. Se acercó lo suficiente para acunar su rostro con mucha timidez, notando la presencia de lágrimas en sus ojos que mojaban sus mejillas.

—¿Qué pasa?—preguntó en voz baja, viéndolo a los ojos después de un tiempo.

Christopher no supo cómo responder, tenía un nudo en la garganta y su pecho se oprimía con fuerza, casi faltándole el aire. Changbin se atrevió a abrazarlo, dejando que llorara de esa forma, sobando su cabello a manera de relajarlo.

Estuvieron en esa posición por un momento, el silencio demasiado presente en la habitación. Changbin sintió como poco a poco, Christopher se tranquilizó, percibiendo fuertes feromonas de tristeza que lo hizo sentirse de la misma manera, afectándole su estado de ánimo. Todavía en silencio, Christopher se alejó del abrazo, levantando la mirada hacia el omega que seguía a la expectativa y muy preocupado.

Meant To Be 𖦹  BinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora