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Narrador Omnisciente;

Luego de que Dumbledore mencionara el torneo de los tres magos, presentó a las estudiantes de Beauxbatons, y les cedió el pasó hacía el gran comedor, dejando ver a unas dulces y delicadas jovencitas extremadamente atractivas y en su mayoría rubias, danzando, sonriendo y enamorando a los jóvenes mientras caminaban por el pasillo.

Un suspiro salió de los labios de Ron, mientras apoyaba su cabeza en su mano izquierda y contemplaba con felicidad aquella escena.

Catherine, por otro lado, lo miró con confusión y golpeó su nuca fuertemente, haciendo que el pelirrojo maldiga por lo bajo y se lo devuelva con un golpe en el hombro.

-Asqueroso...- Murmuró la chica mirandolo de reojo y con una expresión de enojo.

-Rara...- Devolvió Ron de la misma forma.

-Deberían dejar de pelear, parecen locos.- Harry habló, mirandolos con una sonrisa curiosa.

A Potter le encantaba ver las discusiones y peleas que Catherine y Ron mantenían, ya que lo hacían sentir de alguna forma parte de algo, algo como una familia.

-Harry tiene razon, parecen hermanitos de tres años cada uno...- Hermione se avalanzó levemente a ellos, casi enojada, como si de su propia madre se tratase.

-Antes de ser su hermano, dejó que me adopten.- Habló el pecoso, mientras lanzaba una mirada fugaz a Catherine, quien le pego fuertemente en el brazo, haciendo que se calle.

-¡Cierra la boca! Son los chicos de Durmstrang...- Laurent miró hacia la puerta con atención, analizando los rostros de cada uno de los chicos.

-Y el asqueroso soy yo, por Merlín.- Habló Weasley en voz alta mientras rodaba los ojos.

-Está Viktor Krum...- Se escuchó la voz de Harry en un susurro.

-¿¡Viktor Krum!?- Ron alzó la vista, casi parandose de su lugar.

[...]

Los pasillos estaban llenos de alumnos de todas las casas, los más pequeños emocionados por su primera noche en el castillo, mientras que los mayores, planeaban quedarse despiertos hasta la madrugada, ya que era viernes.

-No estoy lista para empezar las asignaturas.- Hermione habló, mientras acomodaba sus libros dentro de un cajón de la sala común.

Catherine se sento encima de una de las mesas mientras la miraba con confusión. -En las cartas que me envíabas decías que estabas emocionada...-

-Es que...- La castaña cerró los ojos y suspiró con pesadez. -Este año es el torneo, y no creo poder concentrarme en la escuela.- Miró a su amiga e hizo una mueca.

-¿Torneo? ¿De qué?- Frunció el ceño.

-¿No prestaste atención a Dumbledore? El torneo de los tres magos, Cath.-

"Torneo de los tres magos"

Esas cinco palabras resonaban por la cabeza de la chica, tratando de descifrar si se trataba del mismo torneo en el que su hermano había participado años atrás, causando que caiga en coma gracias a un sabotaje de la última etapa.

-¿Estás bien?- Hermione sacudió su hombro, quitando a la chica de su trance.

-¿Qué? Ah, si, estoy bien.- Sonrió levemente y se bajó de la mesa.

[...]

-¡Catherine!- Un niño de primer año corrió hacia la chica, tocandole el brazo con el dedo indice.

-¿Kevin? ¿Que sucede?- La joven lo miró con pena.

-Cedric te busca, quiere hablar contigo.- Sonrió levemente.

-¿En donde esta?-

-En la biblioteca, el pasillo dos.- El pequeño sonrió una última vez para luego ir corriendo entre risas hacia sus compañeros.

[...]

El joven Diggory se sento sobre una de las mesas, mientras tomaba un libro cualquiera y empezaba a hojearlo con delicadeza, esperando la llegada de su novia. Hasta que un ruido sonó detrás suyo, provocando la curiosidad del joven por preguntar de quien se trataba.

-¿Cath?- Bajó de la mesa en silencio, casi en puntas de pie, mientras se acercaba hacia otro pasillo, hasta que una voz a sus espaldas lo hizo asustar, y cuando volteó, se encontró con Draco Malfoy, con el que jamás había interactuado antes. -¿Draco? ¿Que haces aquí?-

-Soy Malfoy para ti.- Respondió seco, mientras se cruzaba de brazos y lo observaba retadoramente. -Vine a estudiar para un examen, y tu estabas aquí, acaparando mi lugar, como siempre.-

-Estoy hablando enserio, ¿Qué es lo que quieres?- El Hufflepuff preguntó estresado, mientras colocaba uno de sus brazos sobre la estantería de libros, pero su pregunta fue evadida por otra.

-¿A quién esperas? ¿A Catherine? O quizás a cierta chica de Ravenclaw...- El rubio alzó una ceja, mientras apretaba su mandibula con una sonrisa forzada.

-No se de que estas hablando.- Verbalizó el castaño entre dientes, mientras se alejaba lentamente.

-¿Crees que no te he visto, comadreja?- Entrecerró los ojos, mientras sacaba su varita del bolsillo con delicadeza.

-No te atrevas a usar eso aquí, ahorremonos los problemas.- Cedric alzó la mano en señal de paz.

-El que tendrá problemas serás tu cuando todo el castillo se entere de tu pasión por engañar a las chicas.- Arrugó la nariz.

-Lo dices como si tú no fueras capaz de hacerlo, además, no se porqué te importa tanto, Catherine te detesta.-

Un silencio se formó, y Draco observaba el suelo firmemente con su habitual expresión de disgusto, mientras pensaba en las palabras del chico.

Cedric, pensando que había ganado aquella discusion, sonrió limpiamente, mientras miraba al chico con disfrute.

-¿Puedes irte ya? Catherine debería estar llegando.- Habló Diggory con superioridad mientras caminaba alrededor de Malfoy, quién lo empujó, fuertemente haciéndolo chocar contra una de las estanterías, dejando al castaño confundido y un poco asustado.

Con un templante serio y la desconocida sensación de derrota, Draco se dispuso a salir de la biblioteca, y al abrir la puerta de salida, pudo visualizar la figura de Catherine en el pasillo, caminando hacia allí.

Malfoy frunció los labios al verla y empezó a caminar a pasó rápido, alejandose, sin ser visto por la chica.

Se escondió en un pasillo y escuchó la puerta de la biblioteca cerrandose, soltó un fuerte suspiro y escuchó unos pasos a su lado.

Miró hacia abajo con desdén y tiró con brusquedad un par de galeones al piso.

-Faltan dos.- Un pequeño niño se sentó en el suelo mientras recogía las monedas y las contaba en la palma de su mano.

-Claro que no, imbecil.- Draco frunció el ceño.

-Ya te dije que me llamo Kevin.- Suspiró el niño, mientras guardaba los galeones en su bolsillo.

-Como sea, no te daré nada más, acordamos que serían cinco.-

-Pues me merezco más, Cedric podría descubrir que te estoy contando todo a tí, como lo de que se encontraría con Catherine en la biblioteca.-

La aguda voz del niño resonaba por la cabeza del rubio, estresandolo.

-Esta bien, pero esto te debe alcanzar para seguir por el resto del mes.-

Sacó una pequeña bolsa llena de monedas y se la entregó al niño rápidamente.

-¿A quienes debo espíar ahora?- Preguntó Kevin.

-Continua con ellos dos.-

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20/02/23

𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora