𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚

XXVI

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Actualidad, 1994.

Narrador Omnisciente;

El joven Ron Weasley bajó las escaleras hacía la sala común, en donde Potter caminaba de un lado a otro con desesperación, intentando idear un plan sobre como pasaría la primera prueba del torneo que sería en unas horas. El pelirrojo lo miró de reojo con una mueca de disgusto y salió de la sala, aún seguía enfadado.

Harry lo miró mientras se iba y bufó fuertemente, se tiró en el sofá y se recostó mirando el techo, esperando que por arte de magia, una idea le cayera en la cabeza, pero en lugar de eso, Catherine entró a la sala común.

—¡Cath! No te había visto, hola.— Potter levantó la cabeza y con rapidez se sentó con la espalda derecha en el sofá.

—Hola, Harry, ¿Como estás para la prueba? ¿Necesitas ayuda?— Ella preguntó con sencillez, sentándose cuidadosamente al lado del pelinegro.

Él la miró, con un brillo en sus ojos, recordando por un momento lo muy enamorado que siempre estuvo de ella, admirando la preocupación que le demostraba. Pero por alguna razón, en lugar de pedirle ayuda, simplemente negó repetidas veces con la cabeza, despeinando su oscuro cabello.

—Todo está bien.— Dijo, casi en un susurro.

Catherine asintió un poco desconfiada y miró hacia un punto fijo en el suelo. Ella realmente estaba preocupada por su amigo, ya que, temía que el futuro de Potter sea el mismo que tuvo su hermano mayor. Durantre varias noches, se había estado imaginado miles de escenarios en donde algo salía mal, afectando a Harry.

—Cath, ¿Te encuentras bien?— El pelinegro la tomó del hombro, haciendo que ella salga de su trance y se de vuelta a mirarlo.

—Claro.— Mintió — Solo pensaba en el baile, ese tema me tiene muy estresada.— Volvió a mentir, con una pequeña sonrisa en su rostro.

El joven sonrió con nervios al recordar que ella sería su acompañante en el baile.

—Yo creo que todo saldrá bien.—

[...]

Ron Weasley y Hermione Granger se sentaron en una de las gradas del campo de Hogwarts, en donde se haría la primera prueba, dragones.

—¿Dónde está Cath?— El pelirrojo le preguntó a Hermione, mientras asomaba su cabeza, buscando a su amiga con la mirada.

—Fue a darle ánimos a Harry.— Ella respondió mientras miraba hacia la multitud, restándole importancia. Ron rodó los ojos y colocó su codo en la valla de madera, para así apoyar su cabeza en la palma de su mano.

Mientras tanto, Potter se encontraba en la gran carpa con los otros tres participantes equipándose para la prueba, con el sonido de los dragones aturdiéndolo.

—Pssst.— Harry escuchó una voz femenina desde afuera de la carpa, se acercó lentamente y se dispuso a escuchar. —Harry, ¿Eres tú?— La voz era de Catherine.

—Sí, soy yo.— Potter respondió.

Ella suspiró aliviada. —¿Como te sientes? ¿Bien? — Preguntó, pero no recibió respuesta, solo pudo oír la entrecortada respiración de su amigo. —Tienes que concentrarte, después tienes que...—

—Enfrentar al dragón.— Harry terminó la frase, y un silencio se formó entre ambos, haciendo que Catherine mueva la tela que los dividía y lo abrazara fuertemente, como si esa fuera la última vez que lo fuera a ver.

De pronto, un fuerte y repentino flash de cámara atacó los ojos de ambos, captando la imagen del abrazo, y las miradas de todos en la carpa.

—¡Jóvenes enamorados! Que tierno.— Rita Skeeter gritó mientras su pluma voladora anotaba todo. —Aunque pasara algo malo este día, ¡De cualquier forma serán noticia!—

—Usted no puede estar aquí.— Viktor Krum habló, con una expresión seria. —La tienda es para los campeones y sus amigos.—

—No importa, de todas formas conseguí lo que quería.— Skeeter verbalizó y salió de la tienda de campaña junto a su equipo.

Cedric Diggory observaba la escena con el ceño fruncido, Catherine lo vió y tragó saliva fuertemente, miró a Harry una vez más y dijo:

—Ya debo irme, los chicos me esperan, mucha suerte.— Se despidió ella, dándole un último abrazo y dirigiéndole una rápida mirada a Cedric, quien ahora se encontraba de espaldas.

[...]

Catherine caminaba por detrás del campo en donde el torneo se estaba realizando, ya que para poder ir al lugar donde debía sentarse, tendría dar toda la vuelta y subir unas largas escaleras.

Y por supuesto, el exterior del campo estaba completamente vacío, a excepción de ella, que con cada paso que daba, más se acercaba a la extensa escalera de madera que la llevaría a la punta de las gradas, donde Ron y Hermione la esperaban.

Pero antes de poder empezar a subir, una figura se interpuso en su camino.

—¿A dónde crees que vas, Laurent?—

Draco Malfoy se cruzó de brazos delante de ella, con una egocéntrica sonrisa y un elegante traje negro.

—No tengo tiempo para tus juegos, idiota, déjame pasar.— La castaña respondió, ahogando su furia.

—¿Y si no quiero? ¿Qué harás?— El rubio ladeó la cabeza, apoyándose sobre la pared.

—Te golpearé ese insípido rostro que tienes.— Catherine respondió con altura, elevando la cabeza para poder mirarlo a la cara, ya que el joven había crecido bastante.

Draco acercó su cara a la de ella, la miró unos segundos, y sonrió con superioridad, mostrando sus dientes blancos y llenándole su sentido del olfato con perfume caro.

—Veo que sigues siendo la misma sabandija sin neuronas de siempre, ni siquiera tu novio Diggory logró cambiar eso.— La miró con desprecio.

—Cedric no es mi novio.— Laurent respondió, sin ningún tipo de expresión en su rostro.

Draco se cruzó de brazos una vez más, enderezo la espalda y pasó su lengua por dentro de su boca, sonriendo.

—¿De verdad?—

—Ajá.— Afirmó, sin mirarlo a la cara.

—¿Ósea que en el torneo alientas a San Potter?— Preguntó Malfoy.

—Si.— Ella respondió cortante, mirándolo.

—Patético.— Dijo él, con una mueca de asco.

—Ya es mucha charla, ¿Me dejarás pasar?—

Draco la miró sin expresión por unos segundos, la analizó y se movió del camino, dejándola pasar.

—Estúpido.— Murmuró ella mientras subía las escaleras, él la miro unos segundos mientras ella se iba, y luego subió el también.

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22/08/23