-...Después, pasaron los días y solo se dirigía a mi como "su amiga", creo que nunca he tenido suerte con los muchachos, y menos de mi edad, la mayoría del tiempo son indiferentes, no dan un paso más, son tímidos, no corresponden o simplemente no me quieren, así pasa siempre y llegué al punto de creer firmemente que no había nadie para mi, jaja.-
Bajó la mirada revolviendo la fruta en su plato de aquel restaurante al que Demian la invitó ese sábado.
-No digas eso, eres muy joven aun y existe mucha gente por conocer, quizá por ahora no se da algo lindo por las circunstancias, dudo mucho que sea por ti o tu apariencia.- Dijo Demian con esto último sonrojándose.
-¿Eso crees? A veces llegue a sentirme poco atractiva pero después no le doy importancia, mejor háblame de ti, ya noté que no hay anillo en tu dedo, ni te he visto con alguna mujer, ¿no eres casado?- Preguntó curiosa mirándolo fijamente.
-Eres muy observadora y curiosa. No, no estoy casado, ni comprometido, ¿crees que soy anticuado?-
-Para nada, es más bien que no me lo esperaba, de hecho, no recuerdo cuantos años me dijiste que tenías..."
-26 años, no me mires así, ya sé que estoy viejo.
-¿Qué? Pero que dices, eres joven Demian.
-No tanto como tú, eres una jovencita, me dijiste 19? Aunque, siéndote honesto pareces menor..."
-Jajaja, no es verdad- Soltó una risa nerviosa.
-De que te ríes? pareces nerviosa, ¿hay algo que yo no sepa?-
-Ehmm, no, nada.- Respondió ella apartando la mirada.
-No lo parece, ¿fue algo que dije y te incomodó? puedes decirme.- Dijo el cálidamente.
Ella aterrada e indecisa no sabía si confesarle su verdadera edad. tenía miedo de decírselo y que el huyera, optó por no decirle nada y seguir comiendo, todo iba perfecto, era un desayuno muy tranquilo y ameno hasta que ella preguntó;
-¿Cuánto tiempo has trabajado como sacerdote Demian?-
La miró fijamente y le contestó serio y pensativo;
-Cinco años, aunque he pensado mucho en irme ya de aquí, no lo sé, todo lo que ha pasado, tantos años y bueno, a veces creo que es bueno darse un respiro.-
-Pero si ya quieres irte, ¿por qué sigues aquí? ¿a dónde piensas ir? ¿qué es lo que te ata a este lugar?- Dijo ella
Demian se contuvo al responder la pregunta final, impotente quería decirle que era ella una de las razones principales por las cuales no se iba, quería decírselo pero sentía que era demasiado pronto, no quería asustarla ni confundirla, en el fondo, el sabía que ella aún era una niña y el debía protegerla hasta de si mismo.
-Porque me han presionado a estar aquí, no quieren tener a otro para encargarse de mi lugar, me quieren a mi y yo, sinceramente estoy cansado, aquí entre los dos, yo... he perdido la fé, siento que esto no es para mi, simplemente no puedo. Tengo un compromiso muy grande y si me voy, sería muy lejos de aquí, y quiero hacerlo pronto pero...-
-¿Pero?- Ella interrumpió triste por lo que acaba de oír.
-Pero, no quiero dejarte aquí.- Tomó su mano, y la apretó con fuerza mirándola a los, ojos ella quedó el helada, no esperaba que Demian le dijera eso.
A Demian se le fueron las palabras, no pudo contenerse. Sintió un escalofrío al recordar sus propias palabras saliendo de su boca sin pensar , al instante quiso soltar su mano pues sabía que no estaba siendo prudente y no era correcto que el la tomara de la mano de tal forma.
Ella impidió que la soltara, sus manos frías sentían su calor y se sentía reconfortante. La fuerza con la que el la sujetaba era exagerada, y sus breves pensamientos se interrumpieron cuando ella preguntó ilusionada;
-¿Dejarme a mi? Demian pero...-
-No, no hables más, por favor no quiero hablar de esto más. Te acompaño a tu casa.- Nervioso interrumpió.
-Pero Demian...-
No dijo más, pidió a la mesera del restaurante la cuenta. Se levantó de la mesa y espero que ella hiciera lo mismo.
El camino hacia su casa fue silencioso, inclusive incómodo, ella no sabía que más podía decirle y el parecía serio, pensativo, sin ganas de querer hablar. Ella estaba asustada por lo que podría o no pasar.
-Bueno yo, mejor me voy, nos vemos.-
-Demian, espera... No te vayas así, ¿aún puedo acompañarte mañana?-
-Es que yo...-
-Demian, en verdad, te agradezco todo los detalles que tuviste conmigo hoy. Pero por favor dime ¿porque te vas así?-
-No tienes que agradecerlo, lo hago de corazón, de verdad, me voy bien, en serio. Es nada más que no quiero que pienses mal, de verdad te respeto y te estimo mucho, no quiero romper eso.- Suavizó su voz al instante.
-No, no digas nada, no es necesario, te veo mañana.- Agregó Demian para irse a pasos largos.
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Clouds ☁️
Romance¿Alguna vez, estuviste tan roto que creaste tu propio lugar seguro?