-Vestido blanco-

4 0 0
                                    

-Han pasado varias semanas desde aquel primer encuentro que aún me pone nerviosa de recordar, he pasado estas últimas veces en las que salimos Demian y yo pensando en cómo podría pasar más tiempo con el, y que se de cuenta que me interesa mucho acercarme más, aunque sé que no debería, pues la diferencia de edades es algo grande debo admitir, tenía miedo de explicarle que en realidad soy un poco menor, pero por problemas legales tuve que mentirle sobre eso, y me siento muy mal, siento que debo decirle que mentí un poco, aunque tengo miedo a que se aleje de mi por haberlo hecho.
Por otro lado, ya supe cómo hacer para acercarme más y aunque parezca extraño, me gustaría ir a misa con el este domingo, ya sé, es algo raro pero no importa, haría cualquier cosa para estar cerca de él. El único problema es que no tengo ropa adecuada para ir a misa, mi ropa es oscura, dudo mucho que sea prudente ir así vestida a una misa religiosa, nunca he ido a una, y mucho menos sola, estoy nerviosa debo admitir, y los vestidos que tengo son algo cortos y escotados, aunque... No, es demasiado pronto y aún no sé si Demian esté interesado en mi, pienso en ir a comprar un vestido lindo y de un color claro, quizá blanco, no estoy acostumbrada a usar ropa de colores tenues. He ahorrado un poco de dinero así que pienso comprármelo y decirle a mi madre que, estoy sumamente enamorada de, un sacerdote, sé que suena rarísimo pero Demian no es tan mayor como pensé...-

Ese día, la joven muchacha de cabello castaño, habló con su madre sobre el hombre un tanto mayor del que se había enamorado, le habló a detalle de él, le platicó cómo se conocieron y como se ha portado con ella, siempre muy respetuoso y amable. A pesar de ser sacerdote, no externa mucho sobre sus creencias, ha llegado a pensar que tiene algún especie de conflicto con su profesión pero no ha platicado de eso con ella, aquellas ocaciones que ha salido con el han sido breves pero muy bellas, pues hablan mucho uno al otro, es como si siempre surgiera algo de que conversar, como si años ansiaran conocerse a profundidad, todo eso le platicó a su madre sobre Demian, que no dijo más que; -Sin importar que no esté de acuerdo voy a apoyarte, pero necesito conocerlo, espero que no sea más grande que yo, que ya de por si sabes que no lo soy, apenas tengo 35 y tú 17, sabes que no pueden tener algo más allá, al menos espera un poco a que seas mayor de edad o él es quien tendrá problemas, y que ni se atreva a acercarte a ti, más te vale que no sea mayor que yo, sigue sin gustarme que sea tan grande para ti, igualmente no quiero prohibirte nada, no quiero que termines como tu abuela me trató a mi cuando conocí a tu padre.- Dijo su madre, con esas palabras y un sentimiento de alivio al saber que su madre no se opondría estaba segura y tenía la confianza de salir un poco más con Demian, acercarse a él y en un futuro, quizá ser algo más...
-Aprovechando mamá, ahora que quiero conocer más a Demian, pensé que sería buena idea, pues, ya sabes, acompañarlo a una misa este domingo y después pasar a comer algo, me darías permiso? por favor, quiero salir con él y comprarme un vestido para no desentonar, que quede claro que no quiero ser cristiana o algo por el estilo, solo quiero aprender, por favor- Dijo suplicando y nerviosa.
Su madre accedió, pero con la condición de que después de la misa vendrían a comer para que pudiera conocerlo mejor, ya que no está del todo segura, hasta ese momento.

El viernes en la tarde camino a casa ella le comentó a su amado Demian con mucha incertidumbre y miedo a que la rechace;
-Demian, llevamos mucho tiempo caminando juntos de mi casa a la iglesia, pero me gustaría que salgamos otro día fuera de nuestra rutina, estuve pensado y...
me gustaría acompañarte a misa este domingo, ¿puedo ir contigo?- Tímida preguntó al hombre asombrado a lo que él respondió: -¿Estarías dispuesta a acompañarme a misa? Para una joven como tú puede parecer algo aburrido, no creo que te encante ir, ya me habías dicho que no eras religiosa.-
-Pero quiero ir, contigo, si te interesa a ti yo encantada, aparte, así aprovechamos y después de misa pasas a comer a mi casa, con mi mamá, le he hablado de ti y quiere conocerte.-
No podía creer que una muchachita tan linda este tan interesada en él, inmediatamente se dio cuenta que estaba perdidamente enamorada y él no le era indiferente, pero sabía que debía ser prudente y discreto, así que atinó a contestarle: -Claro que me encantaría, pero, a tu mamá no le molesta qué..-
-Si, ya hablé con ella, no te preocupes, por eso quiere conocerte Demian y yo quisiera pasar más tiempo contigo, pero sé que para poder acompañarte necesito ir vestida adecuadamente así que, pienso en ir a comprar un vestido para el domingo, no quiero que mi ropa no vaya de acuerdo a tus creencias.- Menciono interrumpiéndolo.
-No quiero que cambies eso, mucho menos por mi, aprecio mucho que lo hagas, eres muy dulce.- dijo Demian tomando su mano al mismo tiempo que al instante enrojeció por completo a la joven.
Mirándose a los ojos, a medio camino, el escenario era tan utópico, la puesta de sol hacía notar las nubes amarillas y ligeros toques rosados y azules, hacia juego con los ojos de la muchacha, que finamente observaban la figura de él, que enamorado también, se decían todo con la mirada.
-Si deseas puedo acompañarte a comprar tu vestido, así aprovechamos el tiempo, pero te debo adelantar que las misas son largas y suele haber mucha gente, solo no te separes de mi vista, siéntate adelante, por lo otro, no tienes que preocuparte por la ropa que usas, seguro con cualquier prenda luces muy tierna.-
Dejando helada a la muchacha, acepta ir acompañada del apuesto hombre que la cautivó desde el primer momento en que lo vió.

Clouds ☁️Where stories live. Discover now