29. Tengo una hija con mi enemigo- MewGulf - Terminada

Capítulo trece

Gulf estaba hecho un flan desde su nuevo encuentro con Mew, ya que todo se revelaría sin remedio y por ello estaba soportando en silencio todos los reproches de su hija.

Durante el regreso a la casona y desde que habían cruzado la puerta principal de esta, Jai le recriminó el que le ocultara que su otro padre estuviese tan cerca de ella.

Además de eso, el moreno no dejó de  pensar en la lectura del testamento, donde sus padres intencionadamente habían puesto el apellido de  Mew, junto al nombre de su hija.

Acto bastante malicioso, a parte de que estaba el hecho de que no entendía porqué estos le habían dejado el control de sus empresas y con la condición de que él se quedase en Bangkok y que además, le cediesen a Jai la casa pues ellos mismos habían sido los que los habían desterrado años atrás.

Todo eso le era incomprensible y le asustaba pues no tenía ni idea de hasta donde alcanzaba la mente retorcida de sus padres, ya que a pesar de que se habían muerto, estos seguían poniendo su vida patas arriba.

También le preocupaba mucho su hermana pues esta no había acudido a la lectura, ni sabía nada de ella, apenas conocía los detalles de lo que había pasado en realidad pues sabía tan solo la versión que su madre le había contado a Karen.

Karen tras hablar con su madre siempre le había contado que Janis era una niña muy difícil, que se escapaba de casa y del colegio, que no estudiaba y que siempre tenía rabietas.

Ese fatídico día en que su hermana alcanzó los quince años, su madre había dicho que habían tenido que evaluarla psicológicamente y luego ingresarla en una clínica mental pues esta se había vuelto incontrolable.

Al parecer, en la fiesta que le habían organizado en el jardín con motivo de su cumpleaños, según Anne, Janis había hecho otro escándalo, luego había empezado a tirar cosas al suelo, mientras los increpaba y no contenta con eso, entonces cogió el cuchillo de partir la tarta y había intentado acuchillarlos.

Entre James, el mayordomo y algunos padres de los adolescentes invitados finalmente habían conseguido sujetarla y llevarla a su habitación, donde la encerraron mientras llamaban al médico pero poco después olieron a quemado y entonces miraron hacia su ventana, de donde salía mucho humo y llamas.

Al parecer esta se había hecho con un mechero y había incendiado las cortinas y la ropa de su cama, con la intención de matarse y quemar la casa.

Esa era la versión que él conocía, aunque nunca se la había creído del todo pues él recordaba a su hermana como a una niña buena y dulce y no como la loca asesina y pirómana que le habían querido pintar.

Sabía que si Janis había tenido problemas mentales hasta el punto de que un médico la encerrase en una clínica mental, era porque sus padres le habían manipulado a su antojo durante años, llevándola de aquí para allá y llenandola de mentiras hasta que esta ya no había podido soportarlo más.

Pasase lo que pasase, su hermana era digna de compasión y no le podía reprochar nada pues él había estado lejos por mucho tiempo y esta se había quedado sola a la merced de sus retorcidos padres.

A Gulf le hubiese gustado estar más tiempo con ella y que le hubiese contado como realmente se habían dado las cosas, entonces llorar, perdonar, abrazarse y juntos seguir viviendo ahora que sus padres no estaban para hacerles más daño pero esta se había ido rápidamente.

No tenía ni idea de dónde podía encontrarse, ni dónde pasaba las noches y los días o quién era el tipo que la había estado esperando en un coche, fuera de la propiedad.

Temía que ésta estuviese pasando penurias o que incluso estuviesen abusando de ella pues cuando la había visto, a pesar de lucir saludable aunque bastante delgada, sus ojos estaban tristes y su cuerpo temblaba.

(...)

...—Joven...el señor Mew Suppasit está aquí—dijo James tras tocar a su puerta.

—Gracias, dígale que ahora mismo bajo.

—Muy bien, joven.

El moreno resopló molesto y acto seguido se incorporó de la cama, donde se había pretendido descansar un poco antes de enfrentarse a su hija y a su "enemigo", aunque no había conseguido pegar ojo.

—Bien...que sea lo que Dios quiera—dijo antes de arreglarse frente al espejo y luego salir por la puerta de su dormitorio.

Cuando llegó al salón, ya Jai estaba junto a Mew y James, esta se había arreglado, por lo que Gulf chasqueó la lengua, ya que suponía que eso era para impresionar a su otro padre, el cual también lucía muy bien y anonadado de la belleza de esta.

—Joven, la cena estará en unos minutos...¿ordeno que les traigan algo para beber?—habló el mayordomo muy servicial.

Mew negó y entonces el moreno hizo un ademán con la mano para que este se fuese.

—Bien papá pues comienza...cuenta toda esa verdad—dijo su hija algo impaciente.

Gulf suspiró profundo y carrapeó para aclarar su garganta, mientras caminaban hasta la zona de los sofás donde tomaron asiento.

—Bueno... como ya sabes, Mew y yo—comenzó diciendo—…nosotros nos conocemos desde primaria, desde pequeños hemos estado en la pandilla junto con Jimmy, Tommy y Mild.... nosotros éramos muy amigos y siempre estábamos juntos, aunque él y yo siempre terminabanos discutiendo por tonterías.

La adolescente y el moreno asistieron.

—El caso es que hubo una fiesta de disfraces y bebimos—continuó el castaño—..sin saber quien era el otro, acabamos enrrollándonos y haciendo el amor...a la mañana siguiente tras descubrirnos, cada uno cogió su ropa y nos fuimos no sin antes acordar callarnoslo y olvidarlo...

El mayor asintió conforme pero Jai se removió en su asiento.

—Hay algo que no puedo entender—interrumpió confusa—…Si él y tú os conocíais tanto, ¿cómo es que aún bebidos no os reconocisteis? ...Y otra cosa...si terminasteis en la cama, ambos teníais que gustaros mutuamente, porque sino no sería imposible...¿No es así?

Mew y Gulf entonces se miraron y acto seguido el moreno se rasgó la nuca tímidamente.

—Bueno emm...lo cierto es que luego de eso, yo nunca conseguí olvidarte- confesó el ayudante del administrador- siempre te tuve muy presente y te extrañé como jamás nunca creí hacerlo.

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